El golpe causado por la pandemia de la Covid-19 ha puesto de relieve la importancia de la salud emocional, sobre todo, en la capacidad de las personas para gestionar sus propias emociones y afrontar las dificultades. En este sentido, la tercera edición del Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon señala que solo un 45,20% de la población declara trabajar su salud emocional, entendida como el bienestar psicológico general, frente a casi el 60% que no lo hace.
En cuanto al perfil de aquellos que trabajan más la salud y el bienestar emocional, destacan sobre todo las mujeres (49,40%) y los jóvenes, principalmente, la generación Z (18 a 25 años), con un 51,80% y los millennials (26 a 38 años), con un 48,70%. Los hombres (40,50%) y los baby boomers (de 56 años o más) con un 41,40% trabajan su salud emocional por debajo de la media.
Fuente y elaboración: III Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon
También, influye el estado civil y la situación laboral. Respecto al primero, el 56,40% de los divorciados declara trabajar su salud emocional frente al 27,90% de los viudos, que son los que menos la trabajan. Entre medias, se encuentran los solteros (47,20%) y los casados (44%). Con respecto a la situación laboral, las personas que trabajan cuidan más de su bienestar emocional (47,90%) que aquellos que no tienen empleo (41,40%).
Del estudio se desprende que los factores que más influyen en el cuidado de la salud y el bienestar emocional son la positividad (25%) y la autoestima (19%), siendo principalmente las mujeres las que tienen este pensamiento. En cambio, los hombres dan más importancia a la situación económica/laboral (16,1%) y a la relación familiar y social (12,8%) a la hora de tener una buena salud emocional.
Ahora bien, si se atiende a las generaciones, los factores tienden a variar. Por ejemplo, los baby boomers dan a la positividad (32,6%) y a las relaciones familiares (14,2%) una importancia por encima de la media, mientras que la generación Z destaca el valor del alta autoestima (25,2%) y del control del estrés y/o la ansiedad (20,3%) sobre su bienestar emocional. Curiosamente, la generación X otorga una relevancia por encima del promedio al estado de ánimo (15%) y las relaciones sociales (6,2%). Los millennials, por su parte, consideran que la autoestima (22,7%), la situación laboral y económica (19,1%) y el estrés y/o ansiedad (16,5%) son los factores que más influyen en su salud emocional, mientras que la positividad les afecta menos que a la media (14,9%).
Si se analiza el cuidado de la salud emocional por regiones, se observa que las Islas Baleares (68,60%), la Comunidad Valenciana (51%) y las islas Canarias (50%) son las regiones más preocupadas por trabajar su bienestar psicológico general. Por su parte, el 76,90% de los riojanos y el 72,50% de los aragoneses declara no trabajar su salud emocional, convirtiendo a estas Comunidades en las que menos cuidan este aspecto de la salud.
Fuente y elaboración: III Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon
Uno de los aspectos que el estudio evalúa en relación con el bienestar emocional, es el sentimiento de los españoles en situaciones fuera de su rutina por tiempo prolongado, como el originado por el aislamiento social. El 34% de los encuestados declara que, en estas situaciones, se encuentra más relajado y en paz consigo mismo y el 32% que tiene más tiempo para conciliar la vida laboral y personal. Por el contrario, un 22% afirma sentir estrés y ansiedad cuando están fuera de su rutina por un largo periodo de tiempo, e incluso un 21% asegura sentirse triste o decaído más a menudo.
Según el sexo, se observa que los hombres agradecen estas situaciones por tener más tiempo para conciliar su vida laboral y familiar (35,8%), aunque un 23% se aburre con más facilidad. Por su parte, las mujeres tienen sentimientos más negativos: el 25,3% declara sentir ansiedad y estrés, y tristeza más a menudo. Además, el 23,3% de las mujeres afirma agobiarse al no seguir su rutina diaria.
En función de las edades, los sentimientos de carácter negativo en estas situaciones de aislamiento social o fuera de la vida cotidiana por periodos prolongados afectan más a los jóvenes. Por ejemplo, el 35,6% de la generación Z y el 27,8% de los millennials confiesa sentir estrés y ansiedad. Por su parte, casi el 40% de la generación X destaca que tiene más tiempo para conciliar su vida personal y laboral, y los baby boomers se sienten más relajados y en paz consigo mismos.