El primer año de pandemia Covid-19 supuso la paralización de la detección de múltiples enfermedades entre las que se encontraron las infecciones de transmisión sexual (ITS). Según estudios realizados por la Academia de Dermatología y Venereología (AEDV), los diagnósticos de ITS se redujeron hasta un 80% durante los confinamientos. En 2021, sin embargo, la detección volvió a tiempos prepandemia y en la misma tendencia para algunas patologías como la sífilis o la gonorrea: ascendente.
Hablamos de patologías que suponen un importante problema de salud pública, como recoge el Ministerio de Sanidad. Son enfermedades que, sin un diagnóstico y un tratamiento precoz, pueden provocar complicaciones y secuelas con un gran impacto en la vida de los pacientes y en el sistema sanitario. Más allá del efecto que el VIH o el VPH tiene en la salud, si nos centramos en infecciones como la gonorrea o la clamidia estas pueden causar infertilidad, embarazo ectópico en las mujeres, o afección dolorosa de testículos en los hombres; y si se propagan por la sangre o las articulaciones puede ser mortal, aunque es poco frecuente, según los expertos. En el caso de la sífilis, si no se trata rápidamente tiene un 10% de riesgo de transmitirse a otros órganos a través de la sangre, y causar después de muchos años, trastornos cardíacos, cerebrales u osteoarticulares.
En 2021, se detectaron 15.338 casos de gonorrea, con una tasa de 32,41 por 100.000 habitantes, la tasa más alta desde que hay registros
Ante esta situación tener el diagnóstico es esencial. Registrarlo permite conocer la situación actual de la detección, los grupos más vulnerables y las tendencias, y con ello desarrollar políticas y estrategias sanitarias para dar respuesta a esta situación, que en 2021 vivió un repunte de detección según el último informe‘Vigilancia epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual en España’ de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y el Ministerio de Sanidad.
ALTAS TASAS DE INCIDENCIA
Tras la pandemia la actividad regresó y con ella los esfuerzos por recuperar las detecciones de enfermedades que se habían frenado. Las campañas de concienciación y la vuelta a las pruebas diagnósticas de los grupos vulnerables llevaron a la detección de 15.338 casos de gonorrea, con una tasa de 32,41 por 100.000 habitantes. Se trata de la tasa más alta desde que hay registros de esta patología desde 1995.
Como señala el informe, desde el 2010 se ha vivido un aumento cada vez mayor de los casos de esta infección en España, pasando de 5,01 en 2010 a 11,14 en 2015 y a 27,41 en 2019, el año anterior a la pandemia de la Covid-19 que provocó una reducción de detección que en 2021 se recupero con una tasa 5 puntos por encima de la que existía antes de la irrupción del virus SARS-CoV-2 en nuestro sistema sanitario. Las prácticas sexuales de riesgo es una de las causas de esta situación que se da más en hombres (83,3%) que las mujeres (16,7%).
El linfogranuloma venéreo (infección por chlamydia trachomatis L1-L3) ha aumentado su incidencia, significativamente más en menores de 25 años
La tasa de la sífilis también incremento más de un punto con respecto a época de pandemia, alcanzando los 13,97 casos por 100.000 habitantes en 2021 en comparación con lo 12,69 de 2019. Una cifra record en la tendencia ascendente que se produce desde 2014. En total se notificaron 6.613 casos de sífilis, de ellos el 90,5% de los casos fue en varones. La tasa de sífilis congénita ha sufrido un repunte con respecto al resto de años, tras no detectarse ningún caso en 2020 en niños menores de dos años, en 2021 se diagnosticaron cinco casos antes del mes de vida, lo que refleja un fallo de control y seguimiento de las madres durante la pandemia.
En el caso de la chlamydia trachomatis,las tasas se han incrementado en el periodo 2016-2021 en el global de las CCAA, según el informe, pasando de una incidencia de 18,06 casos por 100.000 habitantes a 48,36 en 2021. De los 20.507 casos el 50,2% fueron mujeres. Si nos vamos al os datos del linfogranuloma venéreo (infección por chlamydia trachomatis L1-L3), una patología menos frecuente, con 649 casos en 2021, 23 más que en 2020, y siendo años en los que mayor tasa hubo. Igual de llamativo es que se diagnosticaron de forma muy significativa en menores de 25 años.
CATALUÑA, LA COMUNIDAD CON MÁS CASOS
Existen grandes diferencias en cuanto a la incidencia dependiendo de las Comunidades Autónomas. Mientras que Extremadura, Asturias o Castilla La Mancha no notificaron apenas casos de gonorrea, con una tasa que no superaba los 6 casos pro 100.000 habitantes; Cataluña (con una tasa de 86,90 casos por 100.000 habitantes), Madrid (51,53) y Baleares (36,90) se encontraron con una incidencia mucho mayor.
Existen grandes diferencias en cuanto a la incidencia dependiendo de las Comunidades Autónomas, con Cataluña a la cabeza en todas las infecciones, seguida por Madrid y Baleares entre otras
Lo mismo ocurrió con la sífilis, con Castilla La Mancha, Galicia, Ceuta y la Rioja con tasas menores de 5,10 casos, y Cataluña alcanzando los 25,51; Canarias los 21,95; Madrid 21,55 y Baleares 17,39. En la clamidia la incidencia más baja se dio en Extremadura (1,06) y Castilla La Mancha (4,35), y de nuevo las más elevadas en Cataluña (139,12), Navarra (101,24), País Vasco (67,14) y Madrid (46,79).
Los diagnosticados son personas, la mayoría entre 20 y 35 años, que pueden convivir o han sufrido otras patologías, teniendo al mismo tiempo una infección gonocócica y sífilis, sífilis y VIH, herpes genital y gonorrea, clamidia y sífilis. Una situación que empeora la situación de estos pacientes y para lo que es esencial contar con diagnóstico y tratarlo antes de que produzca complicaciones de salud.
Como han destacado en numerosos informes los expertos, es necesario concienciar en el uso de medidas preventivas como el preservativo durante los actos sexuales. Los tratamientos para el VIH han relajado a la población en la utilización de estas medidas, con las importantes consecuencias para la salud pública que ello conlleva.