Las ITS aumentan con brotes que amenazan la salud global: los desafíos de la prevención y el control

Cada año se diagnostican cientos de millones de casos de gonorrea, sífilis o clamidia, a lo que se suma enfermedades emergentes que se están trasmitiendo principalmente por contacto sexual, como es el caso de la viruela del mono

Prueba VIH (Foto: UNICEF)
Prueba VIH (Foto: UNICEF)
Paola de Francisco
7 septiembre 2022 | 13:15 h
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Cada día se produce un millón de nuevos casos de infecciones de trasmisión sexual (ITS). En 2020 se produjeron 374 millones de casos de cuatro de las ITS más comunes y curables, estas son la sífilis, la gonorrea, la clamidia y la tricomoniasis urogenital, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año la incidencia de estas enfermedades aumentan, y aunque tienen tratamiento, solo la sífilis durante el embarazo llegó a producir 200.000 muertes fetales y neonatales en 2016. Además, se estima que más de 500 millones de adultos conviven con un herpes genital, y que el virus del papiloma humano fue responsable en 2020 de 604.000 casos de cáncer de cuello de útero y 342.000 muertes producidas por dicho tumor. En general, las ITS producen al año 2,3 millones de muertes.

Las ITS y sus enfermedades derivadas son un importante problema de salud pública que con la pandemia ha aumentado incluso en los países con buena vigilancia, como son Estados Unidos, Canadá o España. Los casos de resistencia antimicrobiana en la neisseria gonorrea (causante de la gonorrea) y el mycoplasma genitalium, también han aumentado pasando la resistencia de la gonorrea de menos de un 0,1% de los casos notificados en 2015 a un 5-30% de los casos en 2018 en nuestro país. En estos países, además, se ha vivido un aumento de enfermedades que no son las ITS clásicas, pero que se pueden trasmitir por contacto sexual, como son las hepatitis A, el zika, el ébola y el renacimiento del linfogranuloma venérea, un tipo de infección crónica del sistema linfático causada por la bacteria chlamydia trachomatis, en lugares donde ya se había eliminado.

El 90% de estos casos y muertes se producen en los países de bajos y medios ingresos

El 90% de estos casos y muertes se producen en los países de bajos y medios ingresos, donde los programas de control y prevención tienen limitaciones, y de ahí, con la globalización y el aumento de prácticas sexuales de riesgo, salta a países donde la vigilancia es mayor y hay menos casos, como se ha visto con la viruela del mono, aunque en este caso no se trate de una ITS. Tal y como reflejó la 75ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2022 se precisan de nuevas estrategias mundiales para reducir los casos de sífilis, gonorrea, clamidia y tricomoniasis, como son incrementar los cribados en población prioritaria y mujeres embarazadas; aumentar el porcentaje de niñas vacunadas contra el VPH o aumentar el número de países que informan sobre los casos de gonorrea resistente a los antibióticos.

EL CONTROL DE ITS

Según un informe de la OMS, la incidencia de gonorrea, clamidia o sífilis en los hombres que tienen sexo con otros hombres es muy alta, incluso entre los que toman la profilaxis prexposición del VIH (PrEP),, de media es de un 12% de casos de gonorrea en esta población, 11% de clamidia y 5% de sífilis activa. En general la incidencia en los hombres de 15 a 49 años es de 0,7% de gonorrea, 2,5% de clamidia y 0,6% de sífilis.  En el caso de mujeres, por ejemplo, en el África oriental y subsahariana la incidencia de clamidia y gonorrea son altas: mujeres (de 18 a 25 años) que toman la PrEP se encontraba en un rango de 4 a 10 % para gonorrea y 12–29% para clamidia.  A modo de comparación, la OMS estimó una prevalencia de gonorrea del 1,6 % y tres casos entre mujeres de 15 a 49 años, y una prevalencia de clamidia del 5,5 %.

Esta diferencia se debe a la prevalencia de las infecciones, a la mayor susceptibilidad producida por infecciones previas, a las prácticas sexuales de riesgo como el chemsex o a una mayor prevalencia de estas patologías en una población específica que aumenta el riesgo.

La necesidad de crear programas de consulta y ayuda de decisiones de las ITS

Ante esta situación, la OMS ha establecido una serie de herramientas para la integración de los servicios de vigilancia y de la implementación de la PrEP. Para ello establece la necesidad de crear programas de consulta y ayuda de decisiones de las ITS que consigan integrar a las personas que deberían o ya están beneficiándose de la PrEP para poder atajar otras ITS.

Los programas, según establece la OMS, deberán realizar la evaluación y monitorización de estas personas para evitar la trasmisión o adelantarse a una nueva infección, realizar test para conocer si hay una infección de sífilis o combinada de sífilis y VIH, y ofrecer tratamiento también a las parejas de las personas que tienen VIH. Algo que en países de medios-altos ingresos se practica, pero no en países con menos recursos.

Para 2030, dentro de ocho años, se espera acabar a nivel global con el SIDA, las hepatitis virales y las infecciones de trasmisión sexual. Con diferentes estrategias de salud sexual se espera reducir el VIH  y las hepatitis virales de 4,5 millones a menos de 500.000 casos al año; los casos de sífilis, gonorrea, clamidia y tricomoniasis reducirlos de 374 millones a menos de 10 millones; que los países que hayan eliminado la trasmisión vertical de VIH, hepatitis B o sífilis aumenten de 15 a 100; que se dismuyan de 2,3 millones a un millón los fallecimientos por ITS y que los casos de cáncer derivados de estas infecciones pasen de 1,2 millones a 700.000. Este año es el punto de partida de esta estrategia, a nivel mundial, queda mucho por hacer en prevención y control para conseguir estas metas.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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