Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC) y del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), liderados por la doctora Vicenta Llorente Cortes, junto a equipos de las áreas del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), han desarrollado unos péptidos que inhiben la agregación del colesterol LDL (siglas en inglés de lipoproteínas de baja densidad) que impiden la formación de placas ateroscleróticas, en un modelo experimental de hipercolesterolemia.
La aterosclerosis es una de las causas principales de ataques cardíacos o ataques cerebrovasculares
La investigación, que se acaba de publicar en la revista Atherosclerosis, cuenta también con la participación de equipos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y de la Universidad de Basilicata en Italia.
La aterosclerosis, una de las causas principales de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, se origina por la acumulación del colesterol procedente de la LDL de la sangre en la pared de las arterias. Las LDL acumuladas en la pared se modifican favoreciendo la progresión de las placas, que pueden llegar a romperse y bloquear la circulación sanguínea normal, al inducir la formación de los coágulos causantes del infarto agudo de miocardio.
“Mostramos la eficacia de este tratamiento en muestras de LDL aisladas de pacientes con hipercolesterolemia familiar”
Estos nuevos péptidos representan un avance prometedor y novedoso en el tratamiento de esta enfermedad, especialmente en pacientes con predisposición genética a sufrir aterosclerosis, como aquellos con hipercolesterolemia familiar, para quienes las opciones terapéuticas actuales son limitadas y su eficacia es insuficiente para reducir el riesgo cardiovascular, haciendo urgentes nuevas soluciones.
Tal como explica Llorente Cortes, que dirige el grupo de investigación en Lípidos y Patología Cardiovascular del IIBB-CSIC, “en este estudio, hemos desarrollado péptidos que se unen y estabilizan la estructura de las partículas de LDL. Más aun, en un modelo murino humanizado para lipoproteínas, hemos demostrado que la administración de estos péptidos inhibe la aterosclerosis mediante la preservación de la integridad estructural de las LDL”. La doctora explica que se logra a través de la estabilización de la conformación de ApoB100, una proteína que se halla en las partículas de LDL y que es fundamental para en la preservación de su integridad y evitar su modificación en las arterias. Asimismo, “mostramos la eficacia de este tratamiento en muestras de LDL aisladas de pacientes con hipercolesterolemia familiar.”
Por tanto, este tratamiento es relevante por su capacidad única para estabilizar la estructura de ApoB100 y preservar la integridad de las partículas de LDL en la pared vascular, evitando su agregación, un proceso clave en el desarrollo de la arteriosclerosis.