El aumento de la permeabilidad intestinal está asociado al envejecimiento, a alergias alimentarias o intolerancias y a dietas no saludables, entre otros aspectos, y se refleja en una disminución de la integridad de la barrera del intestino, permitiendo el paso de sustancias potencialmente tóxicas a la sangre. Siguiendo esta línea de investigación, el grupo de Biomarcadores y Metabolómica Nutricional de los Alimentos, de la Universidad de Barcelona y pertenecientes al Ciber de Fragilidad y Envejecimiento (Ciberfes), han detectado que en adultos mayores, la edad avanzada, la permeabilidad y alteraciones de la microbiotacondicionan la absorción y metabolismo de componentes dietarios, pudiendo limitar los efectos saludables de una dieta rica en polifenoles.
El estudio europeo, que ha sido liderado por Cristina Andrés Lacueva dentro de la Joing Programming Initiative A Healthy Diet for a Healthy Life, ha sido publicado en Clinical Nutrition y se ha realizado en adultos mayores de 60 años que vivían en residencia de la tercera edad con una dieta rica en polifenoles durante ocho semanas. Se ha demostrado que, según indican en una nota informativa del Ciber, incluir en la alimentación hasta 3 porciones diarias de manzana, cacao o chocolate negro, té verde, arándanos, naranjas o jugo de granada mejoró la permeabilidad intestinal (dolencia relacionada con el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad cardiovascular e incluso Alzhéimer) al producir cambios específicos en su microbiota intestinal.
Tal y como explican los autores del trabajo, Gregorio Perón y Tomás Meroño, "hemos estudiado la relación existente entre el metabolismo de los componentes de la dieta, la microbiota y la permeabilidad intestinal, analizando los cambios que produce una alimentación rica en polifenoles en la microbiota de las personas participantes en nuestro trabajo, con la consiguiente mejora de su barrera intestinal".
Una dieta rica en polifenoles mejora el intestino permeable en personas mayores
Para ello, los investigadores analizaron muestras plasmáticas y fecales y observaron que esta dieta aumentó los metabolitos séricos relacionados con el consumo de polifenoles. “Por ejemplo, la teobromina y las metilxantinas, derivadas del cacao y el té verde, se relacionan positivamente con bacterias productoras de butirato, un ácido graso de la flora intestinal, e inversamente con la zonulina, una proteína que está relacionada con la permeabilidad”, indican.
Por su parte, la jefa de grupo del Ciberfes en la UB, Cristina Andrés-Lacueva, considera que “el estudio de las relaciones entre la permeabilidad intestinal, la composición de la microbiota y el metabolismo de los alimentos debe ser la base para establecer dietas personalizadas para cada etapa de la vida, sobre todo en mayores”.
Por lo tanto, entre las estrategias para prevenir el intestino permeable asociado al envejecimiento o las enfermedades crónicas, los cambios en el estilo de vida y la alimentación son claves. “Un mayor consumo de frutas, verduras y alimentos como los que describimos en este trabajo proporcionan fibra y polifenoles que podrían ayudar a contrarrestar el deterioro de la permeabilidad por causa de la edad avanzada”, indica la última firmante del estudio.