En los últimos años se ha visto un incremento de casos de denuncias públicas por negligencias en cirugías estéticas en España. Casos como el de Sara Gómez, quien falleció tras someterse a una lipoescultura, conmocionaron al país y dieron pie a buscar endurecer las leyes españolas en lo referente a quién puede practicar la especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
El caso propició la aprobación en el Congreso de una Proposición No de Ley, conocida como Ley Sara, que busca la seguridad del paciente además de luchar contra el intrusismo laboral. “La intención es que la especialidad de cada médico limite los actos médicos y quirúrgicos que pueda realizar, es decir, que sea la titulación oficial la garantía de una buena praxis. Igualmente, se persigue que los centros médicos tengan autorizaciones acordes con la actividad médica y quirúrgica a realizar en los mismos”, explica para ConSaludAlberto García Barrenechea, Asesor Jurídico de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
Aunque según la sociedad científica no está claro que haya habido un aumento del número de cirugías estéticas, sí plantea que haya una mayor preocupación de la población por su aspecto físico, lo que lleva a que se planteen la realización de retoques estéticos.
Para que un centro esté cualificado para practicar cirugía plástica debe tener colocado en un lugar visible el documento que acredite la autorización de funcionamiento y su inscripción en el registro de centros sanitarios
Uno de los problemas es que muchos pacientes que buscan realizarse intervenciones estéticas acuden a centros no cualificados. Esto puede deberse mayoritariamente a la desinformación que existe al respecto. “En muchos casos es por desinformación, por no saber quién está cualificado para realizar este tipo de cirugías. Incluso, me atrevería a decir que en muchos casos no saben qué especialidad tiene el médico que está realizando la valoración”, afirma la Dra. Concepción Lorca García, cirujana plástica y Vocal de Comunicación de SECPRE.
En este sentido, el Real Decreto 1277 / 2003 del 10 de octubreestipula que para que un centro esté cualificado para practicar cirugía plástica deba tener colocado en un lugar visible el documento que acredite la autorización de funcionamiento y su inscripción en el registro de centros sanitarios, además de exponer públicamente la lista de sus servicios en función de la titulación real de sus profesionales.
Actualmente, en España, cualquier médico puede ejercer la cirugía estética, “cosa que no tiene sentido. No todos tienen la formación necesaria”, afirma la Dra. Lorca García.
Para que un paciente esté totalmente seguro de que la clínica a la que acude está cualificada, deberá solicitar los certificados que se recogen en el citado Real Decreto 1277 / 2003. Así mismo, si el paciente desea cerciorarse de que el profesional que le atiende está también cualificado, deberá solicitar el título de especialista y observar que este sea el oficial.
“No existe la especialidad de cirugía estética únicamente; debe ser especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Para ello, se puede entrar en el buscador de profesionales del colegio de médicos donde se puede ver la especialidad de ese profesional o en la página web de la SECPRE, donde también hay un buscador de profesionales”, afirma la Dra. Lorca García.
Dra. Lorca García: “No existe la especialidad de cirugía estética únicamente; debe ser especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética"
El intrusismo laboral en este ámbito afecta a otros centros cualificados al hacer una competencia desleal, pero, sobre todo, afecta a los pacientes. En este sentido, a los riesgos que van implícitos en cualquier intervención, se le añade el aumento de la probabilidad de que ocurran. Además, se reduce la capacidad de dar respuesta a las complicaciones y se podrían tener resultados no deseados.
Por otro lado, es importante que se tenga en cuenta que muchas veces los daños causados son irreversibles. “Quirúrgicamente, hay casos que pueden mejorar, pero a veces no se puede conseguir reparar por completo el daño causado”, comenta la Dra. Lorca García.
En caso de sospecha de que se ha cometido una negligencia, el paciente deberá tener informes periciales que acrediten la mala praxis y el daño. “Si se contase con esos informes, se deberá acudir a la Justicia ordinaria y plantear la demanda civil en amparo de sus derechos”, recalca Alberto García Barrenechea.