Esta semana se ha celebrado en Sao Paulo, Brasil, la Cumbre Mundial sobre Hepatitis con el objetivo de impulsar el programa de trabajo sobre las hepatitis víricas. Se trata de una iniciativa conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza Mundial contra la Hepatitis. El tema de este año es la Aplicación de la estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas: hacia la eliminación de las hepatitis como amenaza para la salud pública.
Con este programa se busca fomentar las actividades de promoción, el intercambio de ideas y el aprendizaje relacionados con la lucha contra estas enfermedades. Entre los retos de los especialistas que se han reunido en esta cumbre se encuentran el de aumentar el número de países que elaboren planes de acción viables contra las hepatitis víricas utilizando las investigaciones de salud pública más recientes y el apoyo técnico de la OMS. También mejorar la aplicación de los planes de acción viables contra estas enfermedades mediante el intercambio de prácticas óptimas.
Se ha pedido a los países estimulen y refuercen las estrategias de inmunización, entre ellas contra la hepatitis A
Otras de las medidas son dar cumplimiento a la normativa de la OMS que insta a los Estados Miembros a “que promuevan la participación de la sociedad civil en todos los aspectos de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las hepatitis víricas” o debatir sobre mecanismos de financiación para medicamentos o medios de diagnóstico mediante la participación de las principales partes interesadas.
De este modo, se ha instado a las autoridades sanitarias de estos países, entre otros asuntos, a que potencien las medidas relacionadas con la promoción de la salud y la prevención de las hepatitis víricas, y estimulen y refuercen las estrategias de inmunización, entre ellas contra la hepatitis A, basándose en el contexto epidemiológico local. También a que promuevan la participación de la sociedad civil en todos los aspectos de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las hepatitis víricas, así como a que establezcan un sistema de vigilancia adecuado de las hepatitis víricas en apoyo de la adopción de decisiones para formular políticas basadas en datos probatorios.
En el caso de España, desde mayo de este año, se convirtió en uno de los 15 países de la Unión Europea que sufrió varios brotes de hepatitis A. De hecho, la cifra de casos del virus en el país durante este año es casi ocho veces superior a la cifra registrada durante el mismo periodo entre los años de 2012 y 2016.
A pesar del aumento de casos, desde Sanidad no han emitido alertas específicas en todos estos meses. Este hecho contrasta con la forma de abordar el problema que han tenido otras Administraciones públicas como la de Castilla-La Mancha, desde donde Salud Pública informó en marzo de manera progresiva sobre el brote concreto que tuvo lugar en Albacete.