El frenético ritmo de vida, especialmente en el entorno laboral, hace que cada vez sean más los trabajadores que sufren estrés. Esta patología está impulsada por una carga de trabajo excesiva, presión por cumplir objetivos o largas jornadas laborales, unido a la falta de descanso o desconexión. Además, los riesgos asociados a esta enfermedad van más allá de lo emocional (depresión, ansiedad o tensión), afectando también al organismo a nivel físico.
El ambiente en el puesto de trabajo, las relaciones interpersonales con los compañeros o la carga de trabajo son algunos de los causantes más frecuentes de esta enfermedad. Una de las principales complicaciones que presenta esta patología es la dificultad en la detección. “El estrés es algo necesario, es un mecanismo adaptativo de llamada a la acción y que moviliza recursos fisiológicos y cognitivos, pero cuando el estrés nos desborda, y vivimos en un estado de alerta permanente, el organismo desata un conjunto de respuestas que, mantenidas en el tiempo, acaban deteriorando nuestra salud tanto física como mental”, añade Andrés Córdoba, psicólogo de Blua de Sanitas.
El estrés laboral aumenta el riesgo de enfermedades coronarias como infartos según diversos estudios
Cuando estamos estresados nuestro cuerpo produce diversas hormonas asociadas a la respuesta del organismo ante un peligro, como son el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas incrementan la presión arterial, lo que puede acabar produciendo, entre otras cosas, rigidez y estrechamiento de las arterias. Para revertir los efectos negativos del estrés o tratar de minimizar las posibilidades de padecerlo, los expertos de Sanitas han elaborado un listado de consejos para evitar que el estrés laboral desemboque en enfermedades más graves.
En esta línea recomiendan practicar actividades físicas de manera regular, ya que al hacer deporte el organismo segrega endorfinas, que actúan como una morfina natural; llevar una dieta sana y equilibrada, con una correcta hidratación; regular los horarios de sueño; mantener la desconexión laboral activa una vez finalizada la jornada; y crear un ambiente de trabajo agradable, fomentando las relaciones interpersonales con los compañeros o tener un puesto de trabajo ordenado, son algunos de los consejos.