La Consejería de Sanidad de Cantabria ha activado recientemente el protocolo por fiebre hemorrágica. Este hecho ha tenido lugar tras detectarse un posible caso de virus de Marburgo. Y es que, se ha conocido el caso de una paciente ingresada en el hospital santanderino de Valdecilla que había regresado recientemente de Guinea Ecuatorial.
Desde Sanidad se ha informado de que la mujer fue atendida en las urgencias del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Se trata de una persona de mediana edad que presentaba fiebre, vómitos y cefaleas, síntomas compatibles con esta enfermedad. Tras comprobar esta sintomatología, se activaron los protocolos y se procedió al aislamiento de la mujer. Las muestras han sido enviadas al laboratorio del Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid), que deberá determinar si se trata del virus de Marburgo. Este conocido virus es similar al Ébola.
La paciente se trata de una persona de mediana edad que presentaba fiebre, vómitos y cefaleas
Hace nueve días Guinea Ecuatorial dio por finalizado un brote de la enfermedad causada por este virus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los pasados 13 de febrero y 1 de mayo se registraron 17 casos confirmados en laboratorio y 23 casos probables, el último notificado el 20 de abril.
Al igual que el ébola, este virus causa una fiebre hemorrágica vírica de gravedad en el ser humanoy puede producir la muerte en pocos días. Presenta un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de hasta el 88%. Los síntomas comienzan de forma abrupta con fiebre alta, dolor intenso de cabeza, malestar general y muchos pacientes desarrollan síntomas hemorrágicos severos en los primeros siete días desde el inicio de la infección.
El virus se transmite a las personas a través de los murciélagos de la fruta y se propaga entre humanos mediante el contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas o superficies contaminados. Por el momento no se cuenta con vacunas ni tratamientos antivirales, por lo que la atención en las primeras fases mediante la rehidratación con líquidos (orales o intravenosos) y el tratamiento de los síntomas específicos es vital para la supervivencia de los pacientes.