El herpes zóster es una enfermedad con una alta incidencia en España. Como señala un estudio del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública divulgado por la revista 'Eurosurveillance', las hospitalizaciones por este virus se han incrementado en el país en las últimas dos décadas y el 5,8% han resultado mortales debido a complicaciones como la neuralgia posherpética.
La vacunación infantil frente al virus de la varicela supone un importante paso para reducir la incidencia del herpes zóster. Sin embargo, se estima que más del 90% de las personas adultas se han infectado con el virus varicela-zóster y, por lo tanto, pueden desarrollar esta patología en cualquier momento, con mayor riesgo según vayan envejeciendo. Como resultado, la incidencia de esta enfermedad en mayores de 50 años sigue siendo muy elevada, con cifras de hasta 871 casos por cada 100.000 habitantes en algunos rangos de mayor edad, tal y como recoge el informe epidemiológico del ISCIII y el CIBER.
En este contexto, en diciembre de 2022, la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) publicó un nuevo calendario de vacunación a lo largo de toda la vida en el que se incorporó la vacuna adyuvada Shingrix frente al herpes zóster en personas mayores de 65 años y en la población en condición de riesgo (trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH), trasplante de órgano sólido (TOS) pretrasplante o postrasplante, tratamiento con fármacos anti-JAK, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), hemopatías malignas y tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia).
Shingrix alcanza una eficacia mayor del 90% para prevenir esta patología y sus complicaciones
Los estudios con la vacuna adyuvada han mostrado una mayor eficacia en los grupos de edad adulta que la primera vacuna viva atenuada que se aprobó frente al herpes zóster. De hecho, según el ensayo clínico de fase III ZOE-50, Shingrix alcanza una eficacia mayor del 90% para prevenir esta patología y sus complicaciones.
IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN
En 2015, el ensayo clínico de fase III ZOE-50 demostró una eficacia general de entre el 96,6% y el 97,9% dependiendo de los grupos de edad, reduciendo de manera significativa el riesgo de herpes zóster en los adultos de 50 años en adelante. Un año después el ensayo ZOE-70 concluyó que la vacuna adyuvada reduce el riesgo de esta patología y la neuralgia posherpética en los mayores de 70 años.
Esta eficacia no solo se da en el momento en el que se administra, sino que se mantiene en el tiempo. En octubre de 2022, investigadores hicieron público los resultados del estudio ZOE-049 en el que se evidenció la protección a largo plazo de la vacuna recombinante con adyuvada. Los autores indicaron que aproximadamente 10 años después de la inoculación la eficacia seguía siendo alta.
“La carga clínica y económica de esta patología y sus complicaciones debilitantes pueden verse sustancialmente reducidas mediante la prevención"
La investigación científica ha demostrado que la vacunación es la forma más eficaz para prevenir el desarrollo de esta enfermedad y sus complicaciones. Una situación que se ha patentado tras años en los que el abordaje de esta patología ha llegado a ser deficitario, como señalaban profesionales sanitarios en una carta dirigida en marzo de este año a la revista ‘Atención Primaria’, el abordaje de esta patología ha sido complejo.
Hasta la llegada de la vacuna recombinante contra el zóster con adyuvante, existían importantes limitaciones en el tratamiento estándar con antivirales de estos pacientes y una vacuna de virus atenuado que perdía eficacia en adultos mayores y estaba contraindicada en individuos inmunocomprometidos. Una situación que reflejaba “una necesidad sustancial no cubierta de disponer de herramientas de prevención del HZ, y especialmente para estas poblaciones”, señalan los autores.
En el último año las distintas Comunidades Autónomas están incorporando la vacunación del herpes zóster para dar respuesta a este problema de salud público que ha experimentado una tendencia creciente en los últimos tiempos. “La carga clínica y económica de esta patología y sus complicaciones debilitantes pueden verse sustancialmente reducidas mediante la prevención, utilizando una estrategia de vacunación efectiva”, destacan los expertos.