La temporada de los virus respiratorios ha comenzado y, un año más, lo hace en contexto de pandemia. El pasado 1 de diciembre el director de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Hans Henri P. Kluge; la comisaria de Salud de la Unión Europea, Stella Kyriakides; y la directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), Andrea Ammon, emitieron una declaración conjunta para alertar del inicio temprano en el viejo continente de la temporada de gripe, a medida que aumentan las preocupaciones sobre el aumento de casos de Covid-19 y de virus respiratorio sincitial (VRS).
“Debemos intensificar los programas de vacunación (…) La necesidad de proteger la salud de nuestras poblaciones, especialmente las más vulnerables, es más fuerte que nunca (…) La vacunación salva vidas. Disminuye las posibilidades de infectarse y reduce el riesgo de enfermedad grave por Covid-19 e influenza estacional”, exponen a través del referido comunicado.
La vacunación se erige como uno de los principales garantes de la salud pública a nivel global. Su papel ha quedado reforzado durante la crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2. A pesar de esto muchas personas se muestran aún reticentes, lo que eleva el riesgo de enfermedad grave y fallecimiento en caso de infección, especialmente en los grupos más vulnerables.
La gripe es una enfermedad respiratoria infecciosa causada por un virus que muestra su máxima incidencia en otoño e invierno. Tal y como enfatizan desde el Ministerio de Sanidad “la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones”. La campaña de vacunación contra la gripe se inició en nuestro país entre el 26 de septiembre y el 17 de octubre coincidiendo con la vacunación contra la Covid-19 en otoño. Es el periodo en el que se garantiza un suministro adecuado de vacuna, optimiza la efectividad de la campaña y permite adaptarse tanto al patrón epidemiológico de presentación de la infección como a las peculiaridades de la organización sanitaria en cada ámbito geográfico. La campaña de vacunación se prolonga durante varios meses para facilitar que todas las personas en las que se recomienda la vacunación puedan acceder a la vacunación.
Los expertos explican que la efectividad de la vacuna de la gripe depende de la edad y el estado de salud de la persona que recibe el suero, así como de la similitud entre los virus de la gripe que están circulando y aquellos con los que se ha desarrollado la vacuna. “Sin embargo, si la persona que adquiere la infección se ha vacunado, la enfermedad será con alta probabilidad menos grave”, recalca el Ministerio de Sanidad.
"La vacuna de la gripe se puede administrar de manera concomitante con otras vacunas, en lugares anatómicos diferentes, incluidas la vacuna frente a Covid-19 y el neumococo"
La vacunación contra la gripe debe repetirse cada año, pero esto no quiere decir que no sea segura ni que tenga un alto impacto a la hora de reducir el número de hospitalizaciones y muertes. Las vacunas desarrolladas contra la gripe contienen cuatro tipos de virus de la gripe: dos cepas de tipo A y dos cepas de tipo B. La mayoría de las vacunas que se comercializarán esta temporada (2022-2023) son inactivadas (no vivas).
Las vacunas inactivadas frente a gripe contienen fracciones de virus o proteínas víricas. Por tanto, no contienen virus vivos y no pueden causar la enfermedad de la gripe. Además de las vacunas inactivadas, está autorizada una vacuna atenuada y es necesario tener en cuenta que no se debe utilizar en algunos grupos de alto riesgo. “Las vacunas inactivadas actuales no contienen virus vivos. Están compuestas por fracciones de virus o subunidades proteicas y, por tanto, no pueden causar gripe”.
A pesar de que nos acercamos al tercer año conviviendo con la Covid-19, todavía existen dudas sobre si es recomendable o no vacunarse de forma simultánea frente a la gripe y el SARS-CoV-2. Al respecto, Sanidad deja claro que “la vacuna de la gripe se puede administrar de manera concomitante con otras vacunas, en lugares anatómicos diferentes, incluidas la vacuna frente a Covid-19 y el neumococo”.
El documento de Sanidad establece que, si se pertenece a uno de los grupos poblacionales para los que se recomienda la inoculación de un refuerzo de las vacunas contra la Covid-19 y, además, tienen que vacunarse contra la gripe por ser población vulnerable, “pueden administrarle las dos vacunas en la misma cita”.
El Departamento dirigido por Carolina Darias incide en la especial importancia de vacunarse frente a la gripe ante la eliminación de la práctica totalidad de las medidas higiénicas establecidas para evitar la propagación de la Covid-19. “El riesgo de muerte es más del doble si una persona enferma por gripe y Covid-19”, destaca Sanidad. “El modo de transmisión y los síntomas de la Covid-19 y la gripe son muy similares, y sigue siendo importante reducir la carga de enfermedad y las complicaciones de la gripe en la población más vulnerable y en sus contactos mediante la vacunación”.
Los expertos argumentan que “no existe más riesgo de infectarse por coronavirus ni de que la infección sea más grave si se ha recibido una vacuna frente a la gripe”. Es más, es importante incidir en que la vacunación contra la gripe y contra el SARS-CoV-2 “es la mejor forma de protección frente a ellas y sus complicaciones”.