Hasta la fecha se han confirmado casos de viruela del simio en 78 países, la mayoría ubicados en el continente europeo. El 98% de los casos registrados fuera de los países africanos en los que la enfermedad es endémica se han producido en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. Una situación que ha llevado rápidamente a la estigmatización de un colectivo a pesar de que la evidencia científica con la que se ha cuenta ha demostrado que la vía sexual no es el principal mecanismo de contagio, sino que lo es el contacto piel con piel.
La fotografía que observamos en África, donde el primer caso confirmado se produjo en un niño en 1970, es diferente como consecuencia de unos patrones de transmisión que difieren de los que se están reportando en el resto del mundo.
“Actualmente el 60% de los casos que tenemos (350) son hombres y el 40% mujeres”, declaraba recientemente el epidemiólogo Otim Patrick Ramadan en una rueda de prensa realizada por la Oficina Regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que se hacen eco en Reuters.
El experto exponía que más del 80% de los casos diagnosticados en África se han producido en países en los que la transmisión de la viruela símica ya se había producido con anterioridad y que, por lo general, las personas estaban expuestas al virus a través de animales infectados. Una vez se produce una infección vía animal a un humano, este propaga el virus en el entorno doméstico lo que se traduce no solo en un mecanismo de trasmisión diferente al observado en el actual brote global, sino que reporta un perfil de contagio que nada tiene que ver con el de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
“Hemos estado recopilando datos sobre la viruela del simio desde 1970 y ese indicador en particular, hombres que tienen sexo con otros hombres, nunca ha surgido como un problema importante en África”
El epidemiólogo explicaba además en la referida rueda de prensa que las mujeres eran las encargadas por norma general de cuidar de los enfermos, lo cual se presenta como uno de los principales factores de propagación de la viruela del simio entre las mujeres.
Por su parte, el doctor Ahmed Ogwell Ouma, director interino de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), recalaba en otra rueda de prensa que no se cuenta con evidencia de que la transmisión de la viruela del mono entre hombres homosexuales fuera un factor específico en los brotes registrados en el continente africano.
“Hemos estado recopilando datos sobre la viruela del simio desde 1970 y ese indicador en particular, hombres que tienen sexo con otros hombres, nunca ha surgido como un problema importante en África”, exponía el doctor Ahmed Ogwell.
Estigmatizar a un colectivo es una tarea demasiado sencilla y gratuita en comparación con el alto precio de sus consecuencias como seguimos viendo con el VIH y el sida, a pesar de que han pasado 40 años desde la detección de los primeros casos
Las agencias de salud pública han enfatizado mucho en que la mayoría de los casos se concentran en los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres. Pero la evidencia dice que cualquiera que mantenga un contacto estrecho y cercano con un contagiado, sin necesidad alguna de mantener relaciones sexuales, puede infectarse. Incluso, no se requiere el contacto con el paciente ya que el virus puede transmitirse por el contacto con toallas, sábanas o ropa de la persona afectada.
Esta apreciación debe ser realizada siempre que se hable sobre las vías de transmisión de la viruela del mono. Cierto es que la mayoría de los casos de viruela símica fuera de África se están produciendo en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, pero no se debe establecer la vía sexual como mecanismo de transmisión sino el contacto estrecho y prolongado.
Estigmatizar a un colectivo es una tarea demasiado sencilla y gratuita en comparación con el alto precio de sus consecuencias como seguimos viendo con el VIH y el sida, a pesar de que han pasado 40 años desde la detección de los primeros casos.