El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más común. Las últimas estimaciones realizadas indican que alrededor del 80% de las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de sus vidas. Los virus del papiloma humano forman un grupo de más de 200 virus relacionados. Algunos de estos pueden transmitirse a través de las relaciones sexuales vaginales, anales u orales y se encuentran clasificados en dos grupos: riesgo bajo y alto.
Los virus del papiloma humano de riesgo bajo casi no provocan enfermedades, pero algunos si pueden producir verrugas (condilomas), en los genitales, ano, boca y garganta. Dentro del grueso de virus del papiloma humano se han identificado 14 tipos de riesgo alto: 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 66 y 68. VPH16 y VPH18 son los dos virus que presentan un riesgo más elevado y son los responsables de mayoría de los casos de cáncer relacionados con el VPH. En el caso del cáncer de cérvix provocan hasta el 70% de los casos.
Aunque más del 90% de las poblaciones afectadas logran eliminar la infección, el VPH puede provocar infecciones tanto en hombres como en mujeres y ambos corren riesgo de tener cáncer. La mayoría de las infecciones por VPH remiten por sí solas y una parte significativa de las lesiones precancerosas que producen se resuelven de forma espontánea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el VPH16 y el VPH18 provocan casi el 50% de las lesiones precancerosas del cuello uterino de gran malignidad. Más del 95% de los cánceres de cuello uterino se deben a los virus del papiloma humano, pero los riesgos de estos virus van mucho más allá del cáncer de cérvix. Son los responsables de prácticamente el 100% de las verrugas anogenitales, del 90% de los casos de cáncer de ano, del 75% de los casos de cáncer de vagina, del 70% de los cánceres de vulva, del 60% de los casos de cáncer de pene y de entre el 5-75% de los casos de cánceres orofaríngeos (incluido el de amígdala).
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) explican que el cáncer puede tardar años en aparecer y, en algunos casos, hasta décadas después de que una persona se haya infectado con el VPH. En este sentido cabe recordar que los tipos de VPH responsables de las verrugas genitales (riesgo bajo) no son los mismos que pueden provocar el cáncer (riesgo alto).
Aunque más del 90% de las poblaciones afectadas logran eliminar la infección, el VPH puede provocar infecciones tanto en hombres como en mujeres y ambos corren riesgo de tener cáncer
Las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados presentan un mayor riesgo de cáncer en caso de infección. Por ejemplo, en las mujeres con un sistema inmunitario normal, el cáncer de cuello uterino puede tardar en aparecer de 15 a 20 años, pero en aquellas con VIH que no están en tratamiento el tiempo se reduce a un lapso de entre cinco y 10 años, de acuerdo con los datos publicados por la OMS.
“No hay manera de saber quiénes con el VPH presentarán cáncer u otros problemas de salud”, alertan los CDC. Razón por la que la vacunación se erige como una de las mejores herramientas de prevención. “La vacuna contra el VPH es segura y eficaz. Puede proteger a los hombres y a las mujeres contra las enfermedades causadas por el VPH, incluso del cáncer, cuando se administra a las edades recomendadas”.
En el caso de España entre 2007 y 2008 se inició la vacunación contra el virus del papiloma humano en niñas de 12 años de edad (dos dosis separadas por un intervalo de entre cinco a seis meses). A partir de esta edad y hasta llegar a los 18 años únicamente se vacuna a las mujeres que no han sido vacunadas o no han completado la pauta (tres dosis en el caso de aquellas de 15 años en adelante). Pero los hombres también deben vacunarse. En los últimos meses algunas comunidades autónomas han ido implantado en sus calendarios de vacunación autonómicos esta vacuna. El paso definitivo lo dio el Ministerio de Sanidad a mediados de diciembre de 2022 con la inclusión en el Calendario Común de Vacunación a lo Largo de toda la Vida de la vacunación frente al VPH en varones de 12 años.
Los expertos de la OMS inciden en que las vacunas contra los VPH funcionan mejor si son administradas antes de que se produzca la exposición a los virus, es decir, antes de que se inicie la actividad sexual. Es importante recalcar que la vacunación frente al VPH no sustituye a las pruebas de cribado del cáncer de cuello uterino. Estos programas desempeñan un papel fundamental a la hora de detectar y tratar las lesiones precancerosas y cancerosas de cuello uterino y reducir así tanto la incidencia de este tipo de cáncer como de las muertes que provoca.