Hasta julio de 2022 el Ministerio de Sanidad ha confirmado dos casos de fiebre hemorrágia Crimea-Congo. Desde 2013 el histórico nos muestra un total de 12 casos y cuatro fallecidos. Esta enfermedad es transmitida por la picadura de garrapatas del género Hyalomma que, junto con la especie Hyalomma lusitanicum, son las especies de garrapatas más abundantes de este género.
De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades de transmisión vectorial representan más del 17% de todas las enfermedades infecciosas. Pueden estar causadas por virus, bacterias o parásitos como las garrapatas y, cada año, provocan a nivel global más de 700.000 muertes.
La enfermedad de Lyme es otra de las transmitías por garrapatas que se erige como un importante problema y desafío de salud público. En los últimos 15 años el número de hospitalizaciones provocadas por la enfermedad de Lyme se han multiplicado por tres en toda España, según el boletín epidemiológico elaborado con los datos relativos al periodo 2005-2019 por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Entre los años 2005 y 2019 se han contabilizado en España 1.865 pacientes hospitalizados por la enfermedad de Lyme, lo que se traduce en un incremento del 191,8% en esos 15 años respecto al período anterior. Además de un aumento generalizado en todas las autonomías, se ha detectado una mayor distribución territorial de la enfermedad. Los mayores incrementos se dieron en Navarra (363%), Cataluña (268%), País Vasco (232%) y Murcia (238%).
Ante esta fotografía la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) advierte de que tanto veterinarios como médicos denuncian desde hace tiempo el incremento de casos de picaduras de garrapatas en sus consultas. “La población de este parásito se ha disparado en nuestro país en los últimos años y no para de crecer”, alertan. “El aumento de las temperaturas a consecuencia del cambio climático, con otoños e inviernos más cálidos”, es una de las principales causas”, exponen. En este sentido recalcan que, tal y como demuestra el incremento de las hospitalizaciones, las picaduras de este artrópodo pueden llegar a ser graves.
“La población de este parásito se ha disparado en nuestro país en los últimos años y no para de crecer”
Razón por la que piden que se extiendan las acciones dirigidas al control de las garrapatas. “En España se han detectado hasta una veintena de especies de garrapatas, algunas de las cuales pueden transmitir graves enfermedades más allá de la enfermedad de Lyme: la encefalitis vírica o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que tiene una mortalidad del 30% sin tratamiento”, advierten los expertos de Anecpla.
“El peligro no es únicamente llegar a necesitar atención hospitalaria. Y es que la enfermedad de Lyme, sin el tratamiento adecuado, se cronifica, llegando a afectar seriamente al desarrollo de una vida normal a través de manifestaciones neurológicas, cardiacas y/o articulares agudas”, indica su director general, Jorge Galván.
Retomando los datos del boletín con el iniciábamos estas líneas vemos que las garrapatas habitan especialmente en el campo, en zonas en las que existe abundante vegetación y presencia de animales. Motivo por el que el mayor número de pacientes hospitalizados se han registrado en zonas en las que se desarrollan actividades profesionales ordinarias en el territorio rural. Cabe señalar que durante la realización de paseos o rutas de senderismo, por ejemplo, la población también es vulnerable a las picaduras de las garrapatas.
“Las garrapatas también pueden encontrase en parques, jardines, piscinas e incluso en la playa”
“Las garrapatas también pueden encontrase en parques, jardines, piscinas e incluso en la playa”, matiza Sergio Monge, presidente de Anecpla. “Es importante que los ciudadanos se conciencien de los riesgos que pueden llegar a suponer las garrapatas y que interioricen que este verano el riesgo no se encuentra solo en el campo, sino que en entornos que tanto frecuentamos en nuestras vacaciones, como la playa o la piscina, tenemos que permanecer igualmente alerta”, advierte.
Sobre el control de estos artrópodos Galván explica que variará en función de factores como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales dadas en cada escenario, el nivel de infestación o la minimización de un posible impacto sobre el medioambiente, los animales y el ser humano.
“El progresivo aumento de las temperaturas ha convertido a España en un país tan propicio para el desarrollo de las garrapatas como lo es África, por ello su población no para de aumentar en los últimos años. Es fundamental que se activen los protocolos de control necesarios contra esta especie y que, tanto desde las Administraciones como desde el sector de la sanidad ambiental y los propios ciudadanos, se realicen labores de prevención”, argumenta Galván.
La globalización, el aumento de los viajes y del transporte de mercancías, el cambio climático y el crecimiento urbano que se traduce en la pérdida de biodiversidad y desplazamiento de especies, están aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores más allá de las zonas en las que habitualmente son endémicas. Los mosquitos, las garrapatas o las moscas, por citar algunos ejemplos, son mucho más que una molestia.
Las enfermedades que transmiten como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo occidental, la fiebre hemorrágica Crimea-Congo o la enfermedad de Lyme, pueden provocar enfermedades graves y, en algunos casos, la muerte.