El pasado 15 de diciembre el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, analizaba las principales emergencias y crisis sanitarias a las que el mundo ha tenido que hacer frente este 2022, entre las que destaca el brote de ébola que está sufriendo Uganda. “Ha comenzado la cuenta atrás para el brote de ébola en Uganda”, afirmaba tras no registrarse nuevos casos en las últimas dos semanas y sin contar con pacientes en tratamiento. “Si no se detectan nuevos casos, el brote se declarará terminado el 10 de enero”.
El 19 de diciembre el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, anunciaba el levantamiento de las restricciones de movilidad en los municipios de Mubende y Kassanda, ubicados en el centro del país, y que se han considerado los epicentros del brote de ébola que se declaraba el pasado mes de septiembre en el país africano.
Hasta el pasado 5 de diciembre se han confirmado 142 casos vinculados con este brote, incluyendo 56 muertes, lo que se traduce en una letalidad del 39%. Desde la semana anterior no se han registrado nuevos casos. Desde que el 20 de septiembre la OMS y el Ministerio de Salud de Uganda confirmasen el inicio del brote se han identificado 4.754 contactos de los que 36 persistían en activo de 21 días hasta el pasado 19 de diciembre.
Hasta la referida fecha, momento en el que el Ministerio de Sanidad de España publica su último informe sobre la situación de la enfermedad por virus del ébola en Uganda, siete eran los distritos afectados en el país: Jinja, Kampala, Kassanda, Kyegegwa, Masaka, Mubende y Wakiso. El Ministerio de Sanidad de Uganda refiere la existencia de transmisión en Kampala, donde se han registrado 18 casos que incluyen un fallecido. De estos casos, 13 están vinculados al mismo caso índice. Bunyangabu y Kagadi no han reportado ningún caso desde el 21 y 24 de septiembre respectivamente, han transcurrido dos periodos de incubación completos y se han retirado de la lista de distritos afectados.
El impacto para los ciudadanos de la UE/EEE que viven en la UE/EEE se considera bajo y, en general, el riesgo actual para los ciudadanos de la UE/EEE se considera muy bajo
Según la evaluación rápida de riesgo efectuada el pasado 9 de noviembre por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), la probabilidad de exposición al virus del ébola causado por ébolavirus Sudan (SUDV) entre ciudadanos de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE) que viven en o viajan a las áreas afectadas de Uganda es muy baja, el impacto poblacional de la enfermedad es bajo, y el riesgo actual para ellos es bajo.
En España y resto de países de la UE/EEE la ruta más probable de introducción del virus es a través de personas infectadas provenientes de áreas afectadas y que viajen a la UE/EEE, o a partir de la evacuación médica de casos.
La probabilidad de transmisión secundaria dentro de la UE/EEE, así como, la aparición de cadenas sostenidas de transmisión es muy baja debido a que, probablemente, los casos serían identificados y aislados rápidamente y se implementarían medidas adecuadas para realizar el seguimiento.
El impacto para los ciudadanos de la UE/EEE que viven en la UE/EEE se considera bajo y, en general, el riesgo actual para los ciudadanos de la UE/EEE se considera muy bajo.
El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) se encuentra monitorizando la situación diariamente a través de actividades de inteligencia epidemiológica. Se está llevando a cabo la revisión de los protocolos existentes de actuación y gestión de casos, junto con una reevaluación de las capacidades sanitarias y hospitalarias para el manejo de posibles casos importados de virus del ébola, incluyendo la coordinación con la Red de Unidades de Aislamiento de Alto Nivel.
Así mismo, se ha establecido contacto con las diferentes organizaciones no gubernamentales (ONGs) para disponer de información actualizada sobre los profesionales sanitarios y otros profesionales dedicados a la ayuda humanitaria que hayan sido o vayan a ser destinados a las zonas afectadas y establecer el seguimiento de estos profesionales una vez están de regreso a España.