Enfermedades infecciosas y vacunación: los retos inminentes de la OMS más allá de la Covid-19

La última reunión del Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización de la OMS ha establecido nuevas recomendaciones en materia de vacunación frente a enfermedades como la polio, el sarampión o la malaria.

Científico en un laboratorio (Foto. Freepik)

La reunión mantenida entre los días 20 y 23 de marzo de 2023 por parte del Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) focalizó su atención en la priorización de las vacunas disponibles contra la Covid-19 en el escenario epidemiológico actual a nivel global. Pero este punto de encuentro ha dejado además interesantes conclusiones y recomendaciones sobre el abordaje en materia de prevención y vacunación frente a otras importantes enfermedades infecciosas.

Los integrantes de SAGE han evaluado los datos sobre la nueva vacuna oral contra la poliomielitis tipo 2. Un análisis que ha concluido con la recomendación de que esta debería ser la opción preferida como plan de respuesta al poliovirus circulante derivado de la vacuna tipo 2 (cVDPV2), “siempre que sea posible”.

Los miembros de SAGE han recomendado además que, con el objetivo de aumentar rápidamente los niveles de inmunidad en áreas de difícil acceso o propensas a conflictos, el intervalo de administración entre las dosis puede reducirse a una semana. La pauta fijada en la actualidad es de cuatro semanas.

“En áreas de circulación persistente de poliovirus recomendamos que los países complementen la respuesta al brote con campañas adicionales que utilicen vacunas antipoliomielíticas inactivadas (dosis completas o fraccionadas)”.  

Las interrupciones provocadas en los programas de vacunación de rutina por la pandemia de Covid-19 se han traducido en un sustancial aumento de los brotes de sarampión. En 2021 más de 25 millones de niños en todo el mundo no habían recibido la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, la tasa más baja desde 2008.

La OMS ha advertido en varias ocasiones que los casos de sarampión han aumentado a lo largo del 2022 en todas las regiones. El progreso logrado en los últimos años se ha visto socavado por la pandemia y enfrenta ahora obstáculos adicionales como barreras para la entrega de dosis de las vacunas en entornos afectados por conflictos, sistemas de salud debilitados, prioridades sanitarias contrapuestas y una financiación inadecuada. Se suma a la ecuación la disminución de la calidad de los sistemas de vigilancia a nivel global como consecuencia de la absorción de la mayor parte de los recursos disponibles por parte de la Covid-19.

Ante esta fotografía la actualización de la hoja de ruta SAGE contempla como necesaria la revisión de las políticas sobre la edad de elegibilidad para la vacunación contra el sarampión “para permitir ponerse al día, acelerar el desarrollo, el uso de nuevas tecnologías e innovaciones y revisar la evidencia para la vacunación de bebés menores de seis meses y durante el embarazo”.

En 2021 más de 25 millones de niños en todo el mundo no habían recibido la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, la tasa más baja desde 2008

El 6 de octubre de 2021 la OMS aprobaba por primera vez el uso generalizado de la vacuna contra la malaria conocida como RTS,S/AS01, para la prevención de la malaria por P. falciparum en los niños que viven en regiones con una transmisión de moderada a alta. Desde su introducción ha reducido de forma sustancial los casos de malaria grave y mortalidad por todas las causas en los niños de edad elegibles.

“Hay una gran demanda de la vacuna con al menos 28 países que ya han presentado su solicitud formal a Gavi, y se esperan más de 15 solicitudes adicionales antes de que acabe el año”, expresa la OMS a través de un comunicado.

Dada la demanda en un contexto en el que la oferta de la vacuna continúa siendo limitada “SAGE recomienda flexibilidad en el calendario de vacunación y apoya reducir el intervalo mínimo entre las dosis de tres meses a entre cuatro/seis para optimizar el impacto”. El Comité está además en proceso de revisión de la vacuna contra la malaria R21/Matrix M que se encuentra en las últimas etapas de desarrollo clínico y los resultados iniciales presentados parecen prometedores. La seguridad del candidato a vacuna será revisada por el Comité de Seguridad de las Vacunas (GACVS, por sus siglas en inglés) de la OMS.

La OMS está trabajando en la definición de objetivos prioritarios regionales para el desarrollo de nuevas vacunas frente a patógenos no epidémicos

La tuberculosis continúa siendo una de las principales causas de muerte a nivel global y se necesita con urgencia contar con vacunas para su prevención, ya que la pandemia ha revertido parte de los importantes avances alcanzados en los últimos años. En 2021 se estima que se produjeron más de 10 millones de nuevos casos y 1,6 millones de fallecidos.

“Se está realizando un esfuerzo sustancial para su desarrollo con varios candidatos en las últimas etapas de los ensayos clínicos”, señalan las conclusiones de la actualización de la hoja de ruta celebrando “la posibilidad de que múltiples vacunas reciban la autorización regulatoria dentro de los próximos tres años”.

Los datos preliminares del candidato a vacuna M72/AS01E parecen prometedores. La vacuna candidata inactivada, de subunidades, contiene una proteína de fusión recombinante M72, derivada de dos antígenos de Mycobacterium tuberculosis (Mtb32A y Mtb39A), combinada con el sistema adyuvante AS01.

En la actualidad sólo se dispone de la clásica vacuna BCG, que toma su nombre de la bacteria modificada que la constituye: el bacilo de Calmette y Guérin. El suero no debe utilizarse en pacientes con tuberculosis ni que estén recibiendo tratamiento para la enfermedad. En el escenario actual SAGE alienta tanto a la comunidad científica como a los financiadores a explorar nuevos enfoques de diseño de vacunas contra la tuberculosis para amplificar todas las opciones.

Para finalizar, la OMS está trabajando en la definición de objetivos prioritarios regionales para el desarrollo de nuevas vacunas frente a patógenos no epidémicos. “Los primeros resultados indican que la tuberculosis, el VIH y los patógenos que exhiben altos niveles de resistencia a los antimicrobianos (como por ejemplo, Klebsiella pneumoniae) son importantes en todas las regiones”, aclara el organismo.

Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A), Shigella y el virus respiratorio sincitial han sido identificados como importantes por cuatro o más regiones, al igual que Plasmodium falciparum por la región africana”, concluye.

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