El pasado 25 de febrero la Comunidad Valenciana activaba el protocolo de actuación ante la detección de un caso sospechoso de virus de Marburgo: un varón de 34 con síntomas compatibles con la enfermedad y que había regresado de Guinea Ecuatorial en un marco de tiempo que podría corresponder con el de la incubación y desarrollo de la enfermedad. Las muestras biológicas del paciente fueron enviadas al Instituto de Salud Carlos III, ubicado en Madrid, con el objetivo de confirmar o no el caso.
El paciente fue atendido en un primer momento en un hospital privado y, ante las series sospechas de enfermedad por virus de Marburgo, fue trasladado a la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario Y Politécnico de La Fe. Un traslado que no ha estado exento de críticas en las redes sociales debido a la falta de conocimiento generalizado y el papel que desempeñan este tipo de unidades. El 27 de febrero el paciente era dado de alta tras descartarse la enfermedad por virus de Marburgo.
El Ministerio de Sanidad publicaba el pasado 23 de febrero el “Protocolo de Actuación para la Detección Precoz y Manejo de Casos de Enfermedad por Virus de Marburgo”, aprobado por la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta y la Comisión de Salud Pública. Un documento que tiene como misión fijar los pasos que deben darse ante la sospecha de un caso de enfermedad por virus de Marburgo y reducir así todos los riesgos potenciales tanto para la salud pública como para los profesionales sanitarios.
Todos los casos en investigación y los confirmados deben ser notificados de forma urgente a los Servicios de Salud Pública de las comunidades autónomas y, desde ahí, al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y al Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Las precauciones adecuadas para el manejo de pacientes en investigación o confirmados de enfermedad por virus de Marburgo incluyen medidas estándar como las precauciones de contacto o transmisión por gotas. Con el objetivo de garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios y del resto de pacientes hospitalizados, “es recomendable que los pacientes con enfermedad por virus de Marburgo confirmados permanezcan ingresados en Unidades de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN)”, establece el protocolo de Sanidad.
“Los casos en investigación o confirmados se deberán ingresar en habitación individual (con baño propio) con puerta cerrada con acceso restringido a personal esencial para la atención y cuidado del paciente y estar localizada en una zona poco transitada”, determina el protocolo. Con el objetivo de reducir los riesgos potenciales ante el posible caso de enfermedad por virus de Marburgo se decidió su traslado a una UAAN, tal y como establece el protocolo en los casos confirmados.
Todos los casos en investigación y los confirmados deben ser notificados de forma urgente a los Servicios de Salud Pública de las comunidades autónomas y, desde ahí, al CCAES y al Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII
Las Unidades de Aislamiento de Alto Nivel encuentran su origen en el brote de ébola registrado en Guinea Conakry en 2014. Este se extendió a Liberia, Nigeria y Sierra Leona provocando más de 1.700 casos y más de 900 fallecidos. El 6 de octubre de ese mismo año la Comunidad de Madrid comunicaba a través del Sistema Nacional de Alerta Precoz y Respuesta un caso de transmisión secundaria a partir de un caso de ébola repatriado a España. En la memoria de todos está el temor con el que se vivió no solo en España, sino también en Europa, esta situación que llevó a la creación de un Comité Especial para la Gestión del Ébola. Entre las propuestas más destacadas de este Comité se encontraba designar un reducido número de hospitales que contasen con capacidad para el tratamiento del ébola.
De esta forma las comunidades autónomas establecieron una red asistencial de 24 Unidades de Atención Especializada. Estas unidades eran las responsables del aislamiento y estudio de los casos en investigación. El segundo nivel se centraba en seleccionar siete de estas 24 unidades para el tratamiento de los casos confirmados. A estas siete unidades se sumó en diciembre de 2015 la unidad de aislamiento de alto nivel del Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla”.
Dichas unidades acabaron conformando lo que hoy conocemos como las Unidades de Aislamiento de Alto Nivel destinadas ya no solo a pacientes sospechosos o confirmados de ébola, sino a otras enfermedades con riesgo potencial para la salud pública y los profesionales sanitarios, como es el caso del virus por enfermedad por virus de Marburgo.
La UAAN del Hospital Universitario Y Politécnico de La Fe cuenta con dos habitaciones. El resto de Unidades se ubican en el Complejo Hospitalario Virgen del Rocío, Complejo Hospitalario Nuestra Señora de la Candelaria, Hospital Clinic i provincial de Barcelona, Complejo Universitario La Paz-Carlos III, Hospital Universitario Donostia y el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.
Las UAAN de estos hospitales tienen una capacidad total para 24 pacientes en habitaciones individuales de alta seguridad. Las 18 unidades restantes, con un total de 35 habitaciones individuales de alta seguridad, pueden ser activadas para el tratamiento de casos confirmados. En caso de una epidemia en la que la transmisión se encuentre muy extendida, como ha sido el caso de la Covid-19, la respuesta incluiría a todos los hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS).