La influenza aviar altamente patógena (HPAI, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una de las grandes preocupaciones en materia de salud pública a nivel global. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) informaba a finales de 2022 que Europa había sufrido entre una devastadora epidemia de gripe aviar con un alcance geográfico sin precedentes y con más de 50 millones de aves sacrificadas.
El virus A(H5N1) es el responsable de la situación epidemiológica que preocupa a las autoridades sanitarias internacionales. En realidad no se trata de un virus nuevo ya que su circulación se remonta a hace más de dos décadas. Tal y como informan desde el diario El País desde el año 2003 ha provocado casi 900 infecciones en seres humanos con una letalidad que ronda el 50%.
La buena noticia es que todos los casos se han producido a través de animales infectados ya que el virus no ha logrado por el momento transmitirse de persona a persona. Y este es precisamente el gran temor que existe. Particularmente por el clado 2.3.4.4b. Este subtipo del virus A(H5N1) fue descubierto hace unos tres años y ha sido el causante de una propagación sin precedentes de la gripe aviar como ha sucedido en Europa.
En las última semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado dos casos de gripe aviar en Camboya (un padre y una hija que finalmente acabó falleciendo) y una mujer en China. Recientemente se ha conocido la confirmación de un nuevo caso en Ecuador.
El positivo en gripe aviar no se comunicó a la Organización Mundial de la Salud hasta el 9 de enero
De acuerdo con la información recogida por el diario El País la menor de 9 años acudió el 27 de diciembre de 2022 a un centro de salud de la localidad de Guaranda después de haber iniciado un cuadro clínico semejante a la gripe el 25 de diciembre. La niña había convivido con gallinas que habían fallecido de forma repentina una semana anterior.
En un primer momento se le administró tratamiento contra la meningitis. El 3 de enero fue ingresada en la UCI del Hospital Pediátrico Baca Ortiz de Quito debido a una grave neumonía. Después de varias semanas con ventilación mecánica la pequeña recibió el alta el pasado 17 de febrero.
Lo más preocupante de este caso es que las muestras de la niña no fueron enviadas para su análisis hasta el 5 de enero. El positivo en gripe aviar no se comunicó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta el 9 de enero. Un periodo de tiempo excesivamente extenso y que resulta crucial a la hora de frenar la propagación del virus y reducir al mínimo su circulación no solo en aves, sino también potencialmente en humanos.
Los expertos consideran que la aparición de 2.3.4.4b de América Latina es preocupante ya que la convivencia con las aves y otros animales (se han detectado brotes de gripe aviar en mamíferos, como la granja de visones en Galicia) es muy cercana. Hecho que sumado a la falta de existencia y/o cumplimiento en muchos casos de las medidas preventivas de higiene y contagio presenta el caldo de cultivo perfecto. El caso de la niña ecuatoriana evidencia además la falta de buenas estrategias de control, vigilancia y comunicación.
La referida cabecera informa de que el 3 de marzo el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador iniciaba una campaña de vacunación en las granjas aledañas a los focos de gripe aviar (más de cuatro millones de dosis). La vacuna reduce la mortalidad del virus en las aves del 80 al 40%, pero no evita el contagio.