Los 53 Estados miembros de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han respaldado, a través de su 72º Comité, una serie de acuerdos e iniciativas que tienen como objetivo responder a las crecientes emergencias sanitarias. Dentro de estos destaca el denominado como “Plan de Acción contra la Tuberculosis para la Región de Europa de la OMS 2023-2030”.
Las estimaciones de la OMS indican que en 2020 alrededor de 9,9 millones de personas enfermaron de tuberculosis (1,1 millones de niños) y 1,5 millones fallecieron. En todo el mundo la tuberculosis se sitúa como la decimotercera causa de muerte y se erige como la enfermedad infecciosa más mortífera, por detrás de la Covid-19 y por encima del VIH/sida. La incidencia global de la tuberculosis está disminuyendo un 2% cada año, con una reducción acumulada del 11% entre los años 2015 y 2020. Las regiones de la OMS que mayor número de casos de tuberculosis reportaron en 2020 fueron las de Asia sudoriental, África y el Pacífico occidental.
En el caso de la Región Europea el referido plan expone que la tuberculosis y la tuberculosis farmacorresistentecontinúan representando importantes amenazas para la salud pública en el viejo continente. A pesar de que la región ha logrado un significativo progreso en la reducción de la incidencia general de la tuberculosis y la mortalidad, todavía persisten dos desafíos: la carga que supone la tuberculosis resistente a los medicamentos y la coinfección entre tuberculosis y VIH.
El objetivo del documento acordado es el reducir la incidencia de la tuberculosis en un 80% y las muertes por tuberculosis en un 90% para 2030. El plan se fundamenta en las lecciones aprendidas a través de la implementación del plan anterior (2016-2020). Este combina una serie enfoques específicos de la enfermedad que sitúan a las personas en el centro de las respuestas, alineadas con el Programa de Trabajo Europeo 202-2025 “Acción para una Salud Mejor en Europa”.
La OMS Europa reconoce que el progreso hacia la erradicación de la tuberculosis ha sido desigual entre los distintos países. La mayoría de los Estados miembros de Europa occidental se encuentran en el camino correcto para la eliminación de la tuberculosis, mientras que en Europa oriental y los Estados miembros ubicados en la parte asiática del continente continúan experimentando una elevada carga de tuberculosis.
Estos países reportan el 24% de los casos globales de tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina y el 47% de casos de tuberculosis DR extensiva. La coinfección de tuberculosis y VIH ha aumentado en la región con una tasa estimada de infección por VIH del 12% entre los casos de tuberculosis en 2020, en comparación con el 9,7% de 2015.
Evidentemente, el progreso para acabar con la tuberculosis se ha visto gravemente afectado por la pandemia provocada por el SARS-CoV-2. La notificación de casos disminuyó un 24% en 2020 en comparación con 2019, mientras que la mortalidad se incrementó en un 5% como resultado del aumento de los fallecidos en personas con coinfección de tuberculosis y VIH.
El plan acordado destaca que la guerra en Ucrania y la crisis sanitaria que se está viviendo en esa región de Europa podrían tener un “grave impacto en el progreso hacia las metas regionales”.
La incidencia global de la tuberculosis está disminuyendo un 2% cada año, con una reducción acumulada del 11% entre los años 2015 y 2020. Las regiones de la OMS que mayor número de casos de tuberculosis reportaron en 2020 fueron las de Asia sudoriental, África y el Pacífico occidental
La estrategia para cumplir con los objetivos se sustenta sobre tres pilares:
Atención prevención integradas de la tuberculosis y centradas en las personas
- Se debe trabajar en la ampliación del tratamiento preventivo integral, incluyendo la prevención de las infecciones transmitidas por el aire así como la vacunación.
- Solicitar mayores inversiones para acelerar el progreso hacia la eliminación de la tuberculosis, y ampliar la introducción de modelos centrados en las personas y soluciones de salud digital para reducir las hospitalizaciones prolongadas.
- Se están estudiando nuevas vacunas que se espera que estén disponibles en 2027.
- Priorización de la detección selectiva de la tuberculosis en contactos cercanos y grupos vulnerables.
- Ampliar y garantizar el acceso universal al diagnóstico precoz de todas las formas de tuberculosis.
- Garantizar el acceso equitativo a tratamientos y cuidados de calidad y efectivos para todas las personas con tuberculosis y sus comorbilidades.
Políticas audaces y sistemas de apoyo
- Asegurar que la tuberculosis ocupe un lugar destacado en las agendas políticas, invirtiendo en gobernanza y liderazgo. Las acciones prioritarias también deberán abordar los determinantes socioeconómicos de la tuberculosis.
- Proporcionar una financiación suficiente y sostenible para la respuesta ante la tuberculosis y los servicios integrales de salud
- Asegurar una fuerza laboral de salud adecuada, incluyendo trabajadores comunitarios para la tuberculosis. Muchos Estados miembros tienen que hacer frente en este sentido a la escasez de personas sanitario y una distribución geográfica desigual.
- Los cambios deben ser específicos para cada país.
- Invertir en información estratégica en tiempo real y salud digital, ya que estas soluciones pueden transformar las modalidades tradicionales de prestación de servicios.
- Mejorar el acceso a nuevos diagnósticos y medicamentos.
Intensificación de la investigación y de la innovación
- Acelerar el descubrimiento, desarrollo y adopción de nuevas herramientas, así como la adopción de enfoques novedosos centrados en el aumento de las pruebas en el punto de atención.
- Invertir en investigación de implementación para promover todas las innovaciones.
Los Estados miembros deberán desarrollar y/o actualizar sus planes estratégicos nacionales para que se encuentran en consonancia con el nuevo plan acordado por la OMS. El documento recalca que los objetivos y metas nacionales “deben considerar y ser sensibles al contexto del país, incluidas la naturaleza dinámica de las epidemias, la capacidad de los sistemas de salud y las poblaciones afectadas”.
Estos pasos se evaluarán por lo que se requiere la presentación de actualizaciones regulares sobre el progreso hacia la implementación de este plan de acción. Se revisará en las reuniones anuales de los gerentes de los programas nacionales de tuberculosis.