La viruela del mono se ha convertido en una nueva inquietud para las autoridades sanitarias a nivel mundial. Desde que el pasado 7 de mayo las autoridades sanitarias de Reino Unido notificaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el primer caso detectado fuera de las zonas endémicas de África, en un viajero que regresaba procedente de Nigeria, son 18 países los que han detectado casos de este tipo de virus.
En España, desde el Ministerio de Sanidad han dejado claro que nos encontramos ante un virus “poco frecuente” en seres humanos y que “no se considera particularmente contagiosos entre personas”, por lo que, en general, “la transmisión de persona a persona es limitada”.
Los niños se erigen como uno de los grupos de preocupación, ante el surgimiento de virus como estos. Más si tenemos en cuenta que se trata de una enfermedad endémica de ciertas regiones del continente africano y a la que nunca hemos hecho frente en países como en España.
"Seguramente no veamos casos pediátricos en Europa. Podría ocurrir, pero solo si el niño tuviera un contacto estrecho en el seno de la familia"
Hay que tener en cuenta que los casos que se han documentado en niños de viruela del mono proceden de pacientes africanos. En este sentido, la Dra. Cristina Calvo Rey, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), asegura que seguramenteno veamos casos pediátricos en Europa. "Podría ocurrir pero solo si el niño tuviera un contacto estrecho en el seno de la familia, como serían los padres”, añade.
Países en los que se dificulta el acceso a la sanidad, como ocurre en países africanos, es posible que la viruela del mono si se convierta en una gran preocupación, en el que también influyen notablemente factores como la dieta, ya que ésta contribuye a la fortaleza del sistema inmunitario a la hora de hacer frente a esta enfermedad y también a sus complicaciones derivadas.
Aún así, la Dra. Calvo nos explica cómo se pueden identificar los síntomas de viruela símica en niños: “Suelen tener fiebre, malestar general, cefalea, dolores musculares, ganglios inflamados y lo más característico son las lesiones cutáneas vesiculosas en cara, manos, pies y plantas. Es decir, los niños tienen los mismos síntomas que los adultos".
"Lo peor de esta enfermedad son las complicaciones derivadas"
En principio, la pediatra comenta que en el caso de que un niño sano se infectara, "solo lo pasaría de forma leve”, pero sí incide en que hay que darle una gran relevancia a los recién nacidos y lactantes, porque entran en el grupo de mayor gravedad, junto a las embarazadas y los inmunodeprimidos.
Bien es cierto, que los infantiles tienen menos defensas, por lo que la sintomatología se puede complicar: “En zonas en las que los antitérmicos no estén disponibles, no es que la enfermedad cause mortalidad por sí misma, pero si un síntoma como la fiebre se exacerba más de lo habitual, el paciente puede fallecer.”
Por eso, asegura que lo peor de esta enfermedad son las complicaciones derivadas. "El virus del mono nos debilita y esto puede ser el causante de que surjan complicaciones de sobreinfección bacteriana de las lesiones cutáneas o, incluso, pueden producirse enfermedades como una neumonitis vírica, aunque es poco frecuente y no se está viendo por ahora en los casos descritos en España."
VACUNACIÓN EN NIÑOS
En estos momentos, la administración de esta vacuna sería post-exposición, a personas que son contactos muy estrechos de positivos, pero ¿y los niños pueden vacunarse?
"Las vacunas existentes de virus atenuados no replicativa, como ocurre con el virus del monkeypox, no están contraindicadas en niños, pero es preferible inyectar este tipo de vacunas en los contactos estrechos de pacientes confirmados o incluso en los casos confirmados en los primeros días de la enfermedad, dado que genera inmunidad de manera rápida y puede atenuar los síntomas", comenta la pediatra.
"Las vacunas existentes de virus atenuados no replicativa, como ocurre con el virus del monkeypox, no están contraindicadas en niños, pero es preferible inyectar este tipo de vacunas en los contactos estrechos de pacientes confirmados"
Por otro lado, es importante destacar, que la disminución de la inmunidad de los niños tras pasar la pandemia, no es uno de los motivos por los que los más pequeños tengan mayor posibilidad de contagiarse de este virus, ya que la única forma de contagio es a través de las mucosas y por estar en contacto con lesiones de otras personas o incluso al hablar, ya que las personas solemos arrojar partículas de la boca que pueden caer en las superficies.
Ante esto, la Dra. Calvo intenta tranquilizar a la población y defiende que en este virus es poco probable la infección en niños. "Únicamente me parece importante recalcar que, si las personas infectadas tienen mascota, los animales pueden infectarse también y deberían aislarse. Podrían ser un agente de transmisión de la enfermedad dentro del hogar.”