A finales de noviembre Estados Unidos entró en la tripledemia por la coincidencia de gripe, Covid-19 y el virus respiratorio sinicital (VRS). Estos virus son inevitables, y hace apenas unos días que Europa ya alarmaba sobre este suceso, donde ya se están viendo incrementos significativos.
“Actualmente, la región está experimentando una circulación cada vez mayor de influenza y virus respiratorio sincitial. Junto con la Covid-19, se espera que estos virus tengan un alto impacto en nuestros servicios de salud y poblaciones este invierno”, alertaron en un comunicado emitido por la Comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, el director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Henri P. Kluge, y la directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la doctora Andrea Ammon.
En este contexto, la incidencia de la gripeya ha superado los niveles habituales para esta época en España y en el resto de Europa. Pero, no es el único virus que esta temporada de frío ha llegado antes de lo habitual. También el VRS ha eclosionado este año más temprano, saturando las urgencias pediátricas. A esto, se suma el pequeño aumento de casos que está habiendo en la región europea por el COVID-19. Es de esperar por tanto que estos virus tengan un alto impacto en nuestros servicios de salud y poblaciones este invierno a medida que surjan nuevas variantes.
"Los indicios apuntan a un inicio temprano de la temporada 2022-2023 y a una epidemia de gripe más intensa que en 2021-2022"
Los datos muestran que el virus de gripe (A y B) están circulando en diferentes partes de la región europea. Si bien circula entre todos los grupos de edad y, en particular, entre los niños en edad escolar, los virus de la gripe A generalmente causan enfermedades graves, principalmente en las personas mayores y en aquellas con afecciones crónicas. Asimismo, se observa que un número cada vez mayor de personas ingresan en los hospitales debido a la influenza, y las admisiones hospitalarias aumentan desde octubre. Concretamente, 23 de los países que informaron datos sobre infecciones respiratorias agudas graves (IRAG), los pacientes hospitalizados han sido diagnosticados principalmente con virus tipo A (87 %), siendo los niños de cuatro años o menos los más afectados.
"Esto representa un aumento de 7 veces en las detecciones en comparación con la temporada 2021-2022, a pesar de solo un modesto aumento (3%) en el número de muestras analizadas", detallan desde el ECDC. "Aunque hubo claros indicios de una epidemia de gripe en 2021-2022, con el umbral epidémico del 10% de positividad en las muestras centinela superado durante 17 semanas, tras un periodo aproximado de dos años de baja circulación del virus de la gripe debido a la pandemia Covid-19, los indicios apuntan a un inicio temprano de la temporada 2022-2023 y a una epidemia más intensa que en 2021-2022".
El VRS también ha ido en aumento desde octubre, con unos 20 países y áreas experimentando una actividad intensificada. Países como en Francia y España ya ha hecho que, en algunos casos, se esté llevando al límite las urgencias pediátricas.
Ante esto, en el comunicado emitido, los expertos recuerdan que el uso de mascarillas en espacios cerrados, con aglomeraciones y donde la ventilación no sea la alejada es una de las formas para prevenir contagios y aumentar el riesgo en personas mayores de 60 años e inmunodeprimidos. Bien es cierto que, la obligatoriedad de la mascarilla de llevarla al aire libre y en espacios cerrados desapareció hace meses. Poco a poco los países europeos fueron eliminando el cubrebocas según su incidencia. En la actualidad ningún país utiliza la mascarilla en espacios cerrados, a excepción de transporte público, pese a que los dirigentes en salud la siguen recomendando debido a la situación actual.
"Tenemos que seguir protegiéndonos con mascarillas. Tenemos el riesgo de propagar los virus y si no hacemos caso podemos derivar en contagiar a más personas"
Bélgica, Dinamarca, Hungría, Letonia y Polonia quitaron la normativa de llevar puesta la mascarilla en el transporte público antes de este verano. El país danés fue de los primeros en suprimir este uso; después le siguieron tanto Hungría como Polonia. Bélgica, Letonia, Austria, Bulgaria, Finlandia, Italia, Luxemburgo, Malta y Países Bajos son otros países de Europa donde no es obligatorio portar la mascarilla en el transporte público.
Por otro lado, ocho países recomiendan su uso. Croacia, Eslovenia, Irlanda, Lituania, Reino Unido y Suecia apuestan, en estos momentos, por la recomendación del uso de la mascarilla en el transporte público. Con ello, el país lituano aboga por que solamente se utilice este método de protección durante las horas punta en las que existe una mayor afluencia de personas. Este grupo lo completan nuestros vecinos de Portugal y Francia, aunque este último ya baraja en volver a imponerla en espacios cerrados por las altas cifras de contagios que están notificando.
En cuanto a los países que es obligatoria llevarla, como España, Alemania, República Checa, Chipre, Eslovaquia Estonia y Grecia, son aquellos en los que más se ha generando un debate en torno a si es imprescindible o no portarla en esta situación a estas alturas, después de dos años y medio desde que se decretaron las normas pertinentes. Ahora más que nunca epidemiólogos españoles abogan por seguir llevándola. Tal y como explica la Dra. María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), “esto puede ir a peor porque se preveía que el pico de la gripe iba a ser estas semanas, pero ahora mismo no tenemos un patrón claro de lo que puede ocurrir. Venimos de vivir con dos años de pandemia y estamos viendo que los virus están teniendo un comportamiento diferente. Ahora mismo no podemos garantizar cuánto tiempo van a durar estas incidencias debido a la situación”.
Además, defiende que, “tenemos que seguir protegiéndonos con mascarillas si vemos que tenemos síntomas, evitar el contacto social y hacernos test. Tenemos que tener cuidado con los niños, porque son ahora los que se están viendo afectados. Tenemos el riesgo de propagar los virus y si no hacemos caso podemos derivar en contagiar a más personas”.