Hasta el 3 de enero de 2023 el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha confirmado un total de 25.736 casos de Mpox (anteriormente denominada como viruela del mono). En las últimas cuatro semanas se han identificado 185 nuevos casos en 15 países, lo que confirma la tendencia constante a la baja desde el pasado mes de julio. A nivel global, aunque existen disparidades entre países, lo cierto es que se aprecia una reducción de las nuevas infecciones.
Ante la fotografía epidemiológica global que observamos la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaba a finales del pasado mes de diciembre una versión actualizada de su guía sobre la vigilancia, investigación de casos y rastreo de contacto de Mpox. Esta se aplica a todos los países, incluidos aquellos en los que la enfermedad es endémica como es la región de África central y occidental.
Entre las principales modificaciones que se contemplan en este documento destaca el cambio de nombre con el que se refiere la enfermedad. Este se produjo, a petición de la OMS tras una consulta con expertos internacionales, en noviembre de 2022 con el objetivo de reducir el estigma asociado hacia determinadas comunidades, países y debido al uso de lenguaje con connotaciones racistas.
Se incluye también una descripción más detallada sobre la investigación de una posible exposición animal, así como el uso potencial de la vigilancia de aguas residuales para la detección de Mpox en las comunidades. En relación al primer aspecto los expertos de la OMS recuerdan que Mpox es una infección zoonótica que puede transmitirse de animales a humanos, entre seres humanos, entre animales y, potencialmente, de seres humanos a animales.
La evidencia científica de la que se dispone actualmente relacionada con el brote global de Mpox iniciado en mayo de 2022 y que llevó a la OMS a calificarlo como una emergencia sanitaria de importancia internacional (ESPII), de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional, indica que este brote no está impulsado por múltiples eventos zoonóticos indirectos. Sobre la transmisión el documento recoge que se mantiene debido a la transmisión entre seres humanos.
Sin embargo, hay países africanos en los que la transmisión de animales a seres humanos se sigue produciendo. “Hasta ahora, las cadenas de transmisión subsiguientes parecen no mantenerse en el tiempo, aunque la información continúa siendo limitada. Cuando se sospecha de la transmisión de un animal a un humano, es importante recolectar información sobre la exposición como parte de la investigación del caso e informar a las autoridades de sanidad animal para colaborar en futuras investigaciones”, expone el documento de la OMS.
"Se ha detectado ADN viral de Mpox en orina, saliva, heces, lesiones cutáneas, mucosas y semen en casos confirmados en distintos países"
El objetivo general de la vigilancia, la investigación de casos y el rastreo de contactos en el contexto actual debe ser la detección de brotes así como frenar la transmisión entre seres humanos y minimizar la transmisión zoonótica. “Los objetivos clave de vigilancia y la investigación de los casos son identificar rápidamente casos y grupos para brindar una atención clínica óptima, aislar los casos para evitar una mayor transmisión, identificar, gestionar y hacer un seguimiento de los contactos para reconocer los primeros signos de la infección, proteger a los trabajadores sanitarios, identificar grupos de riesgo y adaptar medidas más eficaces de control y prevención”, señala el documento.
En base a esto los profesionales médicos deben informar sobre los casos sospechosos de inmediato a las autoridades locales de salud pública y a nivel nacional. Se recalca que tanto los casos probables como los confirmados de Mpox deben notificarse a la OMS lo antes posible, incluyendo un conjunto mínimo de información que resulte epidemiológicamente relevante.
“Si se sospecha de Mpox, la investigación del caso debe consistir en un examen clínico del paciente en una habitación bien ventilada mientras se utiliza el equipo de protección personal adecuada, interrogar al paciente sobre las posibles fuentes de infección y la recolección y envío seguros de muestras para ser examinadas en laboratorio”.
El documento de la OMS señala que, tan pronto de identifique un caso sospechoso de Mpox, se debe iniciar la identificación de contactos y el rastreo de los contactos directos. Los contactos de casos probables y confirmados deben monitorizarse o autocontrolarse diariamente para detectar de forma temprana cualquier signo o síntoma durante un periodo de 21 días desde que tuvo lugar el último contacto. “La cuarentena o la exclusión del puesto de trabajo no son necesarias siempre que no se desarrollen síntomas, pero los contactos conocidos deben evitar el contacto sexual con otras personas durante el periodo de seguimiento de 21 días, independientemente de sus síntomas”, concluye.
Sobre la vigilancia de las aguas residuales esta actualización expresa que resulta de gran ayuda para la toma de decisiones desde el punto de vista de la salud pública. Se ha detectado ADN viral de Mpox en orina, saliva, heces, lesiones cutáneas, mucosas y semen en casos confirmados en distintos países. El virus ha sido aislado con capacidad de replicación competente en piel, lesiones en las mucosas, semen, frotis genital y rectal. La concentración y persistencia del virus varía según la duración de la infección. La evidencia actual muestra que el desprendimiento de ADN viral puede producirse hasta 16 días después del inicio de los síntomas.