El Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización (JCVI, por sus siglas en inglés Joint Committee on Vaccination and Immunisation) de Reino Unido, un grupo de expertos independientes que asesora al Gobierno británico sobre asuntos relacionados con la inmunización, ha reconocido que existe una carga significativa de la enfermedad producida por el virus respiratorio sincitial (VRS) entre la población del Estado.
A juicio de los expertos, hay una "necesidad de salud pública insatisfecha" que tiene un "impacto considerable" en el Servicio Nacional de Salud (NHS, del inglés National Health Service) durante los meses de invierno. En este sentido, el JCVI ha compartido con el Departamento de Salud y Atención Social sus impresiones, que pasan por el desarrollo de políticas orientadas a generar, con la planificación necesaria, un programa de inmunización frente al VRS.
La inmunización, continúan los expertos, debe abarcar tanto la protección de neonatos y lactantes, como un programa para adultos mayores
La inmunización, continúan los expertos, debe abarcar tanto la protección de neonatos y lactantes, como un programa para adultos mayores. En este último punto recuerdan que la vacuna adyuvada impulsada por la compañía farmacéutica GSK ha sido autorizada recientemente por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para la prevención del tracto respiratorio inferior.
El Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización ha declarado que un programa de inmunización frente al VRS para adultos de 75 años o más podría ser rentable a un precio potencial que combine el coste del producto y su administración. En paralelo, los expertos comentan que este elemento estaría influenciado por la protección multianual de una sola dosis.
El VRS es un virus respiratorio común y contagioso que causa más de 270.000 hospitalizaciones y, aproximadamente, 20.000 muertes hospitalarias cada año en adultos de 60 años o más en Europa. Además, estiman que cada año se notifican tres millones de casos de infección respiratoria aguda (IRA) por VRS en esta población, y se espera que el impacto en los sistemas de salud se incremente como consecuencia del envejecimiento progresivo de la población europea.