El pasado 19 de mayo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, afirmaba sobre la viruela del mono que “es un virus, no una enfermedad de transmisión sexual”. Unas declaraciones que no han estado exentas de críticas. El motivo reside en que la gran mayoría de los casos detectados en los actuales brotes epidémicos provocados por la viruela del mono fuera de las zonas de África en las que la enfermedad es endémica, se han producido en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Las enfermedades de transmisión sexual se transmiten, de forma predominante, por medio del contacto sexual (incluyendo el sexo oral, vaginal y anal). Incluso, algunas de estas enfermedades pueden tener una transmisión vertical durante el embarazo, el parto o la lactancia.
La viruela del mono ha puesto de manifiesto el escaso conocimiento que existe a nivel general sobre las enfermedades de transmisión sexual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara, en base a la evidencia científica con la que se cuenta hasta la fecha que, “más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes se transmiten por contacto sexual”. Ocho de estos agentes patógenos se han vinculado a la máxima incidencia de enfermedades de transmisión sexual. Cuatro de estas enfermedades se pueden curar actualmente: la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis. Las otras cuatro son infecciones víricas incurables, pero controlables: la hepatitis B, el virus del herpes simple (VHS o herpes), el VIH y el virus del papiloma humano (VPH).
Para comprender mejor la fotografía que plantean las enfermedades de transmisión sexual, sus mecanismos de contagio y las implicaciones que tienen para la salud, en ConSalud.es hemos entrevistado a Azael Freites, especialista en Dermatología médico-quirúrgica y venereología del Hospital Ruber Juan Bravo.
¿Qué son las enfermedades de transmisión sexual?
La definición concreta de una enfermedad de transmisión sexual es que pueda transmitirse exclusivamente a través de un contacto sexual sea del tipo que sea, como el sexo oral, vaginal o anal, o cualquier contacto íntimo estrecho.
¿Cuáles son las de mayor prevalencia en España?
Entre las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes en España, podemos hablar en primer lugar del virus del papiloma humano, especialmente en la forma clínica que nosotros observamos en los pacientes en la consulta: los condilomas o verrugas genitales. Estas se transmiten fácilmente por contacto directo ya que, lamentablemente, a pesar del uso del preservativo esta enfermedad puede continuar transmitiéndose por el contacto directo entre genitales o por los juegos anteriores a la penetración. Las estimaciones indican que, aproximadamente el 60% de la población puede tener el virus, pero no la infección como tal. Por esto también existe el concepto del “pene vector” o el hombre que es positivo: tiene el virus del papiloma humano, pero no tiene ninguna lesión ni nada que pueda detectarse y continúa transmitiendo la infección tanto a hombres como a mujeres, dependiendo de la actividad sexual.
"Definitivamente el mejor sistema de prevención y protección continúa siendo el preservativo, tanto el masculino como el femenino. Este se tiene que utilizar en cualquier práctica sexual, incluyendo el sexo oral"
En segundo lugar podemos hablar de la clamidia o la uretritis por clamidia, una infección que puede ser asintomática y predominante en mujeres que tienen sexo con hombres. A lo largo de los años puede provocar algunas secuelas como infertilidad, problemas del tracto reproductor. Esto requiere la realización de una serie de pruebas de seguimiento, especialmente desde el área de Ginecología que puede captar más fácilmente a aquellas mujeres que puedan presentar un mayor riesgo.
Después nos encontramos con otras infecciones como la gonorrea y la sífilis que siguen circulando de manera bastante significativa, y con un incremento bastante importante durante la última década.
En los últimos años hemos sido testigos de una disminución de las campañas de concienciación e incluso, información en los centros educativos, lo que aumenta el riesgo de estas enfermedades. ¿Qué riesgo puede implicar la falta de información para la salud pública?
Considero que la relación más directa se establece con la concienciación social. Lamentablemente ya no vemos campañas en la televisión o no se ven tantas en las redes sociales. Se ha ido produciendo una normalización de las actividades sexuales y creo que la población sí que tiene información suficiente, pero sí que existe bastante limitación de campañas sobre el uso adecuado del preservativo en el hombre, pero también en las mujeres. Esto ha ido afectando negativamente ya que las campañas sobre el uso del preservativo se han ido limitando.
"La viruela del mono no está clasificada por ningún organismo como una enfermedad de transmisión sexual. Lo que sí se ha dicho es que existe una tendencia hoy en día por la transmisión que se está observando en Europa donde se han encontrado focos en los que la vía de transmisión sexual es mayor"
Instituciones como la Academia Española de Dermatología y Venereología han desarrollado campañas dirigidas a grupos de población con más riesgo como los adolescentes y adultos jóvenes. Es en esta población donde se ve el mayor número de enfermedades de transmisión sexual. Especialmente, en mujeres jóvenes por el tema de la clamidia, personas que tengan múltiples parejas sexuales independientemente del género u orientación sexual.
¿Pueden tratarse todas las enfermedades de transmisión sexual? ¿Presentan algún riesgo en términos de mortalidad?
Tenemos la suerte de que todas cuentan con tratamientos médicos bastante apropiados. La clamidia, la sífilis o la gonorrea cuentan con tratamientos y estos suelen ser bastante sencillo, de una sola dosis o pastilla. En cambio otras tienen un buen control, son contagiosas, pero cuentan con el tratamiento adecuado y un buen control médico.
¿Cuáles son los mejores mecanismos de protección frente a las enfermedades de transmisión sexual?
Definitivamente el mejor sistema de prevención y protección continúa siendo el preservativo, tanto el masculino como el femenino. Este se tiene que utilizar en cualquier práctica sexual, incluyendo el sexo oral y por eso hemos visto un aumento en la tendencia de los preservativos de distintos colores o sabores. Tienen que utilizarse en todo momento para prevenir cualquier tipo de transmisión.
En base a los recientes brotes epidémicos de viruela del mono, ¿puede considerarse esta como una enfermedad de transmisión sexual?
La viruela del mono no está clasificada por ningún organismo como una enfermedad de transmisión sexual. Lo que sí se ha dicho es que existe una tendencia hoy en día por la transmisión que se está observando en Europa donde se han encontrado focos en los que la vía de transmisión sexual es mayor, pero no está clasificada como tal.
El que se considere que se puede transmitir a través del sexo reside en que puede transmitirse mediante el contacto con fluidos como los vaginales, el semen u otros como la saliva y, por supuesto, el sexo puede incluir todo este tipo de contactos.