El pasado 26 de junio España recibía las primeras 5.300 dosis de la vacuna contra la viruela, pero que ha demostrado su eficacia en la prevención de la viruela del mono. Una compra que se ha desarrollado a través de la Comisión Europea por medio de la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA). La Unión Europea ha adquirido un total de 110.000 dosis de las que España recibirá el 10%.
Hasta finales del pasado mes de mayo la viruela del mono era una enfermedad prácticamente desconocida en la mayoría de los países. Esta es endémica en algunas regiones África, pero se han producido varios brotes epidémicos en 50 países con una cifra total de casos confirmados que superaba los 3.400, de acuerdo con la última actualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS ha alentado a los Estados miembros a considerar, en el contexto del brote actual de viruela símica, revisar la evidencia y desarrollar recomendaciones de políticas para el uso de las vacunas según sea relevante para cada contexto nacional. Siempre “en el marco de estudios clínicos colaborativos”. El 28 de junio la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), iniciaba la revisión de los datos para extender el uso de la vacuna contra la viruela (Imvanex) a la viruela del mono.
A medida que aumentan los casos en todo el mundo el principal problema al que nos enfrentamos es la escasez de vacunas. Bavarian Nordic, empresa fabricante de la vacuna, aseguraba a finales del pasado mes de mayo que cuenta con capacidad para fabricar hasta 30 millones de dosis de la vacuna este año. Pero el suministro actual del suero continúa siendo muy limitado, tal y como denunciaba la OMS el pasado 15 de junio a través de un documento con el que alentaba a los países a compartir sus suministros con las naciones que tienen un acceso limitado o nulo.
Los investigadores hallaron que 14 días después de una sola dosis los niveles de anticuerpos neutralizantes alcanzaron su punto máximo en el caso de Imvanex. Un nivel prácticamente idéntico que el logrado por ACAM2000
La mayoría de los países han limitado el uso de la vacuna a dos grupos. El primero son los profesionales sanitarios que están en riesgo por la atención prestada a pacientes con viruela del mono, así como técnicos de laboratorio encargados de realizar los análisis que confirman o descartan los casos. El segundo grupo son los contactos estrechos de los casos confirmados. La evidencia científica con la que se cuenta indica que la vacuna puede ser eficaz en términos de protección tras la exposición si se administra en los cuatro primeros días, aunque puede continuar reportando efectos protectores hasta transcurridas dos semanas.
Partiendo de esta base ponemos el foco en un estudio publicado en 2019 por New England Journal of Medicine y de cuyos resultados se hacen eco ahora en Science. Un trabajo centrado en la comparación de resultados de las personas que fueron vacunadas con Imvanex frente a las inmunizadas con ACAM2000, versión moderna de la vacuna contra la viruela (virus vaccinia no modificado). Esta contribuyó a la erradicación de la viruela y fue aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en 2007. El país cuenta con suficientes dosis en su reserva de ACAM2000 para vacunar a todos los estadounidenses en caso de un ataque bioterrorista con el virus de la viruela.
Retomando el estudio que nos ocupa vemos que, en el caso de la viruela, los niveles de anticuerpos neutralizantessí se consideran un indicador clave en términos de protección. En base a esto los investigadores hallaron que 14 días después de una sola dosis los niveles de anticuerpos neutralizantes alcanzaron su punto máximo en el caso de Imvanex. Un nivel prácticamente idéntico que el logrado por ACAM2000. “Dado que se supone que las vacunas funcionan dentro de las dos semanas posteriores al contacto, esto sugiere que una sola dosis de Imvanex podría prevenir muchos de la enfermedad y retrasar la propagación”, expone el análisis publicado por Science.
En un comentario anterior a Science realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), exponen que no se ha estudiado la eficacia de una sola dosis en ningún brote.