Entre 2020 y 2030 se estima que se producirán 49.119 muertes adicionales en el mundo por sarampión, rubéola, virus del papiloma humano (VPH), hepatitis B, meningitis A y fiebre amarilla. Fallecimientos que responden a la interrupción de la vacunación por el efecto que tuvo en la cobertura mundial de inmunización de estas patologías la irrupción de la Covid-19, enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2. Una perturbación que tendrá efectos durante toda esta década tal y como recoge un estudio recientemente publicado en ‘The Lancet Global Health’.
La mayor emergencia global del último siglo conllevó confinamientos y reducción de la atención sanitaria que supusieron un duro golpe para las campañas de inmunización frente a enfermedades prevenibles por vacunación. En 2020 se vivió un descenso del 33% en el número de dosis administradas contra la difteria, tosferina y tétanos, DTaP, ese mismo año más de 23 millones de niños no recibieron las vacunas básicas a través de los servicios de inmunización de rutina, lo que supuso un incremento de 3,7 millones de menores con respecto a 2019.
Aunque en julio de 2020 se inició la recuperación de los calendarios vacunales, todavía en 2021 los datos de inmunización eran negativos. En 2023, un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF con datos de 2022 mostró, tras una tendencia negativa, una mejora de los datos de inmunización. Más de 4 millones de niños más que el año anterior fueron vacunados. Los servicios de inmunización no llegaron a 20,5 millones de menores, de los cuales 14,3 millones fueron niños de dosis cero.
Si en 2025 la recuperación se sigue demorando, calculan 967.635 muertes adicionales debido a la interrupción en los años de vacunación 2020–30
Estas cifras reflejaron una mejora con respecto a los años de la pandemia, pero todavía quedan lejos de las cifras de 2019, cuando 18,4 millones de menores que no completaron el programa, y 12,9 millones sin ninguna dosis. Una perturbación que el estudio publicado en ‘The Lancet’ estima que se notará durante toda esta década.
EFECTOS DE LA VACUNACIÓN HASTA 2030
El estudio realizado con datos de 112 países de bajos y medianos ingresos muestra que, como evidenció la OMS, que se ha comenzado una recuperación de la cobertura mundial de inmunización, pero que esta es “geográficamente variable”. “Esta perturbación ha dado lugar a cohortes insuficientemente inmunizadas y ha interrumpido el progreso en la reducción de la carga de enfermedades prevenibles con vacunas”, señala la investigación.
Los países estudiados con aquellos con una mayor carga mundial de enfermedades prevenibles mediante las estrategias preventivas de vacunación. Como resultado, se estima que se producirán 49.119 muertes adicionales, el 90,68% debido al sarampión, el 7,53% a la fiebre amarilla. Si en 2025 la recuperación se sigue demorando, calculan 967.635 muertes adicionales debido a la interrupción en los años de vacunación 2020–30. Unas cifras que se darán especialmente, en el continente africano y en el sureste asiático.
Si todos los países recuperaran las campañas de inmunización previas a la pandemia Covid-19, los autores estiman que se podría evitar el 78,9% del exceso de muertes
Hasta 2030, la efectividad de las coberturas vacunales se reducirán debido a la interrupción sufrida: se dejarán de evitar el 2,66% de muertes. De esta forma durante este periodo de tiempo en vez de evitarse 37.378.194 fallecimientos, se evitarán 36.410.559, casi un millón menos de lo estimado.
Ante estos resultados, los autores llaman a los programas de recuperación. “Las medidas de mitigación del sarampión y la fiebre amarilla fueron particularmente efectivas para reducir el exceso de carga en el corto plazo. Además, el alto efecto a largo plazo de la vacuna contra el VPH como importante herramienta de prevención del cáncer de cuello uterino justifica esfuerzos continuos de inmunización después de la interrupción”, defienden. Si todos los países recuperaran las campañas de inmunización previas a la pandemia Covid-19, los autores estiman que se podría evitar el 78,9% del exceso de muertes entre los años civiles 2023 y 2030.