En 2013 la farmacéutica británica GSK adquirió la licencia en Europa para desarrollar durante dos décadas la vacuna frente a la meningitis B, 4CMenB, comercializada como Bexsero. Era la primera vez que una vacuna mostraba eficacia significativa frente a un patógeno que hasta entonces había demostrado tener una alta capacidad de evasión inmunológica. Han pasado 10 años desde entonces, una década durante la que los expertos coinciden en señalar que se ha vivido un importante impacto en la realidad de la enfermedad meningocócica invasiva.
La meningitis, tal y como la define la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad devastadora. Causada con mayor frecuencia por una infección bacteriana, la Haemophilus Influenzae B (HiB), el neumococo y el meningococo con todos sus serogrupos (A, B, C, W, X e Y) provocan una enfermedad que presenta una tasa de complicaciones de una de cada cinco personas y una tasa de mortalidad de uno de cada 10 pacientes. De hecho, estas bacterias son las responsables de más de la mitad de las muertes por meningitis que se producen en todo el mundo, y también causan otras enfermedades como septicemia y neumonía.
En los primeros tres años Inglaterra vio una caída del 75% de los casos en aquellos grupos de edad en los que se había estipulado la cobertura vacunal completa
Dentro de los patógenos bacterianos implicados, el meningococo de serogrupo B es el responsable de la mayoría de los casos de meningitis que se dan en países como España, de hecho, aquí el 65% de los casos se debe a este agente patogénico. Según un estudio publicado en ‘Vaccine’ en diciembre de 2021, el coste de la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis por tipo B en España se estima entre 33.484 y 92.768 euros por caso, según se contabilicen los costes directos o también se incluyan los indirectos.
En 2013 Europa aprobó la primera vacuna frente al serogrupo B en mayores de dos meses y en 2015 Estados Unidos hizo la aprobación para su aplicación en adolescentes de 10 a 25 años. Actualmente, los países europeos cuentan en su totalidad con calendarios vacunales pediátricos frente a esta patología y ya son 50 países en todo el mundo los que han aprobado esta medida preventiva y en los que se han administrado 100 millones de dosis. ¿Qué impacto ha tenido esta década con la vacuna en el control de la enfermedad meningocócica invasiva? Esta es la pregunta a la que responde un estudio publicado recientemente en la revista ‘Human Vaccines & Inmunotherapeutics’.
DEL CONTROL DE LA ENFERMEDAD A IMPACTO EN OTRAS PATOLOGÍAS
En 2015, como reflejan los autores del citado estudio, Reino Unido se convirtió en el primer país en incorporar a la 4CMenB a su programa nacional de inmunización pediátrica. En los primeros tres años Inglaterra vio una caída del 75% de los casos en aquellos grupos de edad en los que se había estipulado la cobertura vacunal completa. Semejante impacto vivieron Canadá, donde la implantación de las campañas de vacunación lanzada a partir de 2014 redujo la tasa de incidencia por meningitis B en un 96%, o en Italia, donde la vacuna mostró una efectividad superior al 90%. En España, antes de su incorporación a los calendarios de inmunización, un estudio de control en menores de 5 años que habían completado la vacunación al adquirirla de forma privada mostró una efectividad del 71%.
"Las vacunas meningococas OMV pueden inducir anticuerpos funcionales contra cepas gonocócicas”
Una década de diferentes campañas de inmunización con 4CMenB a lo largo del mundo ha demostrado la seguridad de dicha vacuna y su eficacia para evitar el desarrollo de la enfermedad meningocócicainvasiva. Además, ha resultado ser eficaz contra otros tipos de serogrupos causantes de la meningitis y contra la Neisseria gonorrhoaea, bacteria que comparte un alto nivel de identidad de secuencia entre los antígenos MenNZB OMV y 4CMenB y entre los antígenos y proteínas gonocócicas y que está detrás de la gonorrea.
Como destacó un análisis publicado en la revista ‘Clinical Infectious Disease’, “las vacunas meningococas OMV pueden inducir anticuerpos funcionales contra cepas gonocócicas”. Países como Reino Unido ya han recomendado la vacuna del meningococo B con 4CMenB para prevenir la gonococia en grupos de población de mayor riesgo, con lo que se podría evitar entre 50.000 y 849.000 infecciones por N. gonorrhoeae dentro de 10 y 70 años respectivamente.
Estos diez años han supuesto grandes procesos en la incorporación de la inmunización pediátrica con 4CMenB en diferentes países que ha demostrado “el impacto, la efectividad y la seguridad de la vacuna contra la enfermedad invasiva de meningitis B e incluso ha demostrado una protección cruzada contra los non-B serogrupos y las infecciones por N.gonorrhoeae”, recogen los autores del estudio. En este sentido, destacan, es importante enfrentar los desafíos de acceso actualmente existentes y que los países incluyan la vacunación con 4CMenB a adultos mayores, adolescentes y adultos jóvenes “preferiblemente coadministradas con MenACWY para proteger frente a los cinco serogrupos más comunes causantes de la meningitis”, concluye el análisis.