La gripe estacional es una infección vírica aguda causada por los virus A, B, C y D, siendo los dos primeros los responsables de las epidemias estacionales. La gripe estacional se caracteriza por síntomas como fiebre, tos, dolores musculares, articulares, de cabeza y de garganta, intenso malestar y secreción nasal. La enfermedad puede ser leve, grave e incluso mortal, produciéndose la mayoría de las hospitalizaciones en los grupos de más alto riesgo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que las epidemias anuales de gripe estacional provocan entre tres y cinco millones de casos graves y entre 290.000 y 650.000 muertes en todo el mundo.
Las medidas y restricciones establecidas en los dos últimos años destinadas a controlar la propagación de la Covid-19 han reducido significativamente la circulación de la gripe estacional. Ha sido la temporada 2021-2022 de influenza la que ha marcado el regreso de la actividad de los virus tras la baja circulación registradas durante la pandemia. Según informa el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), a pesar del aumento registrado de la actividad humana de la influenza en el periodo 2021-2022 en comparación con 2020-2021, tanto la circulación como el momento no han sido comparables con ninguno de los registros de actividad epidémica anual de la influenza previos al surgimiento de la Covid-19, o después de la pandemia de influenza de 2009.
El patrón estacional observado por el ECDC muestra un inicio tardío sin precedentes. Así lo demuestra el hecho de que el umbral epidémico se alcanzó en la semana 08/2022, con una duración general más corta en comparación con todas las temporadas desde el año 2009. “El inicio general bajo y tardío de la circulación del virus de la influenza durante la temporada 2021-2022 podría haber sido influenciado por la pandemia de Covid-19, y las medidas implementadas en los países durante el periodo invernal, lo que ha provocado una actividad tardía cuando se levantaron las medidas”, explican los expertos del ECDC a través de un comunicado.
De acuerdo con los datos del organismo europeo, durante la temporada 2021-2022 se analizaron 35.096 muestras de proveedores centinela de Atención Primaria para detectar influenza en los países de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE). De estas muestras el 13% (4.609) dieron positivo en el virus de la gripe. Esta cifra es superior a la reportada en la temporada 2020-2021, pero todavía está lejos de las temporadas anteriores, tal y como se ha referido con anterioridad. En la citada semana 08/2022 las muestras positivas superaron el 10% lo que indicó que la epidemia de gripe estacional se iniciaba de forma más tardía.
El porcentaje de muestras positivas alcanzó un máximo del 36% en la semana 13/2022, disminuyendo la actividad de la influenza desde esta momento
Cabe señalar que la temporada 2021-2022 ha sido mucho más corta que las anteriores, excluyendo la temporada 2020-2021, con solo 13 semanas por encima del umbral de positividad del 10%. Entre 2010-2011 y 2019-2020, las temporadas de influenza estacional duraron entre 18 y 24 semanas. El porcentaje de muestras positivas alcanzó un máximo del 36% en la semana 13/2022, disminuyendo la actividad de la influenza desde esta momento. En ningún momento de la temporada se han detectado niveles altos de circulación determinados por encima del 40% de las muestras centinela.
El pico de la temporada 2021-2022 ha sido más bajo y se ha registrado más tarde que en temporadas anteriores, salvo en la temporada 2020-2021. De las 4.609 muestras centinela positivas, el 98,7% eran de tipo A y el 1,3% de tipo B. De 4.548 virus de influenza A, 4.105 fueron subtipificados con 348 (8,5%) reportados como A(H1N1)pdm09 y 3.757 (91,5%) como A(H3N2). De los 61 identificados como influenza tipo B solo 11 fueron adscritos a un linaje; de estos, todos eran virus B/Victoria y ningún virus B/Yamagata. Se han observado diferentes proporciones de subtipos tipo A entre los países.
Cuatro países (República Checa, Francia, Irlanda y Suecia) informaron de un total de 1.105 hospitalizaciones por influenza confirmadas por laboratorio durante la temporada 2021-2022. El 99,5% de los casos hospitalizados se debieron a virus de influenza tipo A y cinco casos hospitalizados pertenecían al tipo B. Los pacientes que acabaron necesitando el ingreso en unidades de cuidados intensivos se identificaron los virus del tipo A (99,6%) y B (0,4%).
“A pesar de una mayor actividad de influenza durante la temporada 2021-2022 que en la temporada 2020-2021, la circulación y el momento no son comparables con cualquier actividad epidémica anual de la influenza registrada antes de la pandemia de Covid-19”, resumen los expertos del ECDC. “Los Estados avanzan hacia la integración de la vigilancia del SARS-CoV-2, la influenza y otros virus respiratorios relevantes, por lo que los sistemas pueden cambiar en el futuro y los datos no ser comparables con los registros históricos”, concluyen incidiendo en la necesidad de mantener una vigilancia continua de la influenza y la evaluación de la presión que supone en los sistemas sanitarios, fortaleciendo la vigilancia de las enfermedades graves en los centros hospitalarios.