Las últimas estimaciones hechas públicas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que, a nivel global, el número de personas afectadas por la filariasis linfática es de 51,4 millones. Se trata de una enfermedad tropical desatendida (NTD, por sus siglas en inglés) prevenible causada por la infección con los parásitos filariales Wuchereria bancrofti, Brugia malayi o B. timori, mosquitos de los géneros Culex, Anopheles, Mansonia y Aedestransmitir. El linfedema y el hidrocele son las consecuencias clínicas crónicas visibles del deterioro de los vasos linfáticos causado por la infección con estos parásitos.
El Programa Mundial para Eliminar la Filariasis Linfática (GPELF, por sus siglas en inglés) de la OMS tiene como objetivo detener la transmisión de las infecciones mediante la administración masiva de medicamentos antihelmínticos (fármacos activos frente a las infecciones por gusanos como los nematodos, trematodos o cestodos), y aliviar así el sufrimiento de las personas afectadas por esta enfermedad mediante el manejo de la morbilidad y la prevención de las discapacidades asociadas a la evolución de la enfermedad, desde la puesta en marcha de este programa se ha logrado reducir la prevalencia de las infecciones en un 74% a nivel global.
Se considera que la filariasis linfática es endémica en 72 países. De estos, 35 habían iniciado en 2021 o antes al menos una ronda de administración masiva de medicamentos antihelmínticos. A pesar de estos avances ningún país logró en 2021 la eliminación de la filariasis linfática como problema de salud pública.
Se considera que la filariasis linfática es endémica en 72 países
El número de países que han logrado este estado, pero todavía se requiere vigilancia epidemiológica y atención clínica es de 17. Desde el año 2000 más de 9.000 millones de tratamientos acumulados se han administrado de forma masiva a más de 935 millones de personas. En 2021 la población que requirió administración masiva de medicamentos fue de 884,9 millones y 28 países reportaron haber tratado a un total de 34,9 millones (41,2%).
En cuanto a la ampliación de la administración masiva de medicamentos la OMS ya no la considera como una estrategia sostenible. El problema reside en que se requieren varias rondas de administración masiva de medicamentos con una cobertura efectiva igual o superior al 65% de la población total para lograr el efecto deseado.
Razón por la que la OMS recomienda la realización de encuestas comunitarias centinela y de control, seguidas de una encuesta focalizada en la evaluación de la transmisión para medir el impacto de la administración masiva de medicamentos y determinar así si el nivel de infección ha descendido por debajo del umbral objetivo. La encuesta de evaluación de la transmisión deberá realizarse dos veces a los cuatro y seis años desde la finalización del programa de administración masiva de medicamentos.