La cobertura de la inmunización ha vivido una serie de vaivenes a nivel mundial. Pese a ser la herramienta de prevención más eficaz contra muchas infecciones, que evita complicaciones asociadas a ellas y reduce el riesgo de mortalidad, la tasa de vacunación nunca ha alcanzado los niveles recomendados por los expertos ni a nivel nacional, ni europeo ni mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel mundial existe una gran disparidad, siendo siempre más aceptada la infantil que la vacunación a lo largo de toda la vida. En este último punto hasta los países de la Unión Europea suspenden.
Como recoge un informe del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) antes de la pandemia Covid-19 ningún país de la Unión Europea pudo demostrar que ha alcanzado una cobertura de vacunación antigripal por encima del 75% en personas vulnerables (ancianos, patologías crónicas, sanitarios, residentes en asilos y embarazadas). Situación que tras la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 se mantiene, con una generalizada desconfianza ante la vacunación: solo la cobertura frente a la Covid-19 cayó en 2023 en los estados miembro al 11,1% en los mayores de 60 años y al 16,3% en los mayores de 80 años, según otro informe del ECDC.
Llaman a que se vigilen y desarrollen estrategias para evitar la caída de la confianza, se monitorice el desempeño del programa de inmunización y se evalúe el acceso de los pacientes a las vacunas
Prevención de patologías, mejora de la calidad de vida de los pacientes, disminución de la mortalidad y morbilidad, y reducción de costes sanitarios son los beneficios que aporta la vacunación. Una inversión que hay que mejorar en Europa, como señala el grupo multidisciplinar The Mission Board on Vaccination in Europe (MBVE).
¿CÓMO MEJORAR LA INMUNIZACIÓN EN LA UE?
Con el objetivo de fomentar la vacunación en los países europeos, MBVE ha desarrollado un informe en el que establece cuatro ámbitos con una serie de recomendaciones que van desde la confianza al acceso, pasando por un correcta coordinación. Todo ello clave para incentivar una correcta cobertura de vacunación.
Dentro de estos ámbitos, este grupo multidisciplinar de expertos señalan la necesidad de dar a conocer los datos del ECDC sobre inmunización, principalmente en la adolescencia y en la edad adulta, así como compartir información y generar estructuras de datos europeas que permitan contar con la evidencia científica que sostiene las estrategias y las políticas de inmunización, pero no quedarse solo en ello. En este sentido, llaman a que se vigilen y desarrollen estrategias para evitar la caída de la confianza, se monitorice el desempeño del programa de inmunización y se evalúe el acceso de los pacientes a las vacunas.
Los expertos inciden en la efectividad de campañas en los colegios y lugares de trabajo que acercan y aproximan esta herramienta preventiva
La confianza y el acceso son los principales desafíos en este ámbito, y, en este contexto, las recomendaciones van desde un seguimiento europeo de la confianza en las vacunas que permitan detectar los cambios y faciliten unas acciones coordinadas para evitarlos, pasando por la creación de un debate y participación ciudadana en la implementación de los programas de inmunización, la mejora de las capacidades de comunicación de los profesionales de la salud en este ámbito y la garantización de que las vacunas están disponibles, son accesibles y son equitativas. En este último punto los expertos inciden en la efectividad de campañas en los colegios y lugares de trabajo que acercan y aproximan esta herramienta preventiva.
Ante la diferencia de tasas de vacunación dependiendo del país europeo en el que se recale, los autores recuerdan el valor de contar con un enfoque más alineado en especial con la vacunación a lo largo de la vida, recogida en los calendarios de inmunización para adultos, y generar caminos conjuntos en los que las aplicaciones de pautas a lo largo de toda la vida se mantengan. Asimismo resaltan que todas las decisiones sean transparentes y tengan un seguimiento.
Por último, los expertos llaman a medidas transversales como realizar monitorizaciones y evaluaciones del desempeño de los sistemas de vacunación y comunicar públicamente de los resultados, así como reforzar y garantizar la financiación de los sistemas de inmunización. No en vano, recuerdan, “la inmunización es una inversión de salud pública que permite la sostenibilidad del sistema de salud y promueve el envejecimiento saludable”.