La listeriosis es una de las enfermedades de transmisión alimentaria más graves, aunque con una prevalencia relativamente rara: 0,1 casos anuales por cada millón de habitantes en función del país y la región, según los datos actualizados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La enfermedad está provocada por la bacteria Listeria monocytogenes que cuenta con una amplia distribución en la naturaleza y puede contaminar con facilidad ciertos alimentos como los productos cárnicos listos para el consumo, pescados ahumados o lácteos entre otros. Al contrario de lo que sucede con otras muchas bacterias responsables de enfermedades de transmisión alimentaria, L. monocytogenes puede sobrevivir y multiplicarse a en las bajas temperaturas a las que habitualmente se mantienen los refrigeradores.
En 2020, 29 Estados miembros de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE) notificaron un total de 1.931 casos confirmados de listeriosis, de acuerdo con el informe epidemiológico anual publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
La tasa de notificación estandarizada de la UE/EEE en 2020 fue de 0,37 casos por cada 100.000 habitantes. Los países que han reportado un mayor número de casos de listeriosis han sido: Alemania (544 casos), Francia (334 casos), España (191 casos), Italia (155 casos) y Finlandia (94 casos). En el lado contrario de la tabla nos encontramos con Chipre y Rumanía (dos casos), Estonia (tres casos), y Bulgaria, Islandia y Luxemburgo (cuatro casos). Los casos provocaron 83 hospitalizaciones y 17 muertes, de acuerdo con los datos facilitados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).
La tasa de notificación estandarizada de la UE/EEE en 2020 fue de 0,37 casos por cada 100.000 habitantes
La tasa más alta se detectó entre las personas mayores de 64 años con 1,5 casos por cada 100.000 habitantes. Durante el 2020 se iniciaron 13 consultas urgentes sobre listeriosis en el Sistema de Información de Inteligencia sobre Epidemias del ECDC (EPIS, por sus siglas en inglés) por cinco Estados miembros de la UE/EEE y dos países no pertenecientes. En siete de ellos no se encontró ningún riesgo de brote multinacional. Para seis consultas urgentes con aspecto multipaís se encontró una fuente probable para cinco. Uno de estos se produjo en Alemania donde se informaron de 15 grupos de listeriosis.
La vigilancia de la listeriosis en la Unión Europea se centra en las formas graves e intensivas de la enfermedad, cuyos grupos de riesgo son principalmente adultos mayores, inmunocomprometidos, embarazadas y lactantes. La notificación de los casos de listeriosis en humanos es obligada en la práctica totalidad de los Estados miembros de la UE/EEE. En los casos en los que la enfermedad se manifiesta con un cuadro clínico leve, basado en síntomas gastrointestinales, no se notifican a nivel nacional por norma general, pero sí enmarcan en el ámbito de vigilancia europeo.
El informe señala que, a pesar del descenso en los casos notificados respecto al año anterior (“resultado probable de la pandemia de Covid-19”), la tendencia de casos de listeriosis se ha mantenido estable en el periodo 2016-2020. Los expertos especifican que la crisis sanitaria vivida por la Covid-19 ha copado gran parte los recursos de salud pública por lo que la capacidad de vigilancia del resto de enfermedades infecciosas en algunos Estados miembros se ha visto afectada. No se descarta la posibilidad de que el menor número de casos de listeriosis notificados responda precisamente a las medidas y restricciones establecidas para el control de la propagación del SARS-CoV-2.