Más de 1,2 millones de personas fallecen cada año en todo el mundo como consecuencia de las bacterias resistentes a los antibióticos. De estas muertes, alrededor de 133.000 se registran en Europa de las que 4.000 se producen en España. La resistencia a los antimicrobianos se ha convertido ya en uno de los principales de problemas de salud pública a nivel global. En caso de continuar la tendencia y no adoptar medidas con carácter urgente las Naciones Unidas han estimado que la cifra de decesos podría elevarse hasta los 10 millones de personas cada año para el 2050.
El horizonte que vislumbramos es preocupante por lo que en los últimos años ha aumentado considerablemente tanto la evidencia científica como la vigilancia de este problema. Un trabajo al que han contribuido recientemente el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) con la publicación de un informe conjunto que revela que la resistencia de Salmonella y Campylobacter a los antimicrobianos de uso habitual se observa con frecuencia tanto en seres humanos como en animales. Un trabajo que asegura también que la resistencia simultánea a los antimicrobianos de importancia clínica para el ser humano se detecta, por lo general, en niveles bajos, con la excepción de algunos tipos de Salmonella y Campylobacter coli en varios países.
Los datos sobre la resistencia a los antimicrobianos relativos a bacterias indicadoras y zoonóticas de humanos, animales y alimentos son recopilados anualmente pos los Estados miembros de la Unión Europea y analizados de forma conjunta por el ECDC y la EMA. El informe que nos ocupa proporciona una descripción general de los principales hallazgos de la monitorización de la resistencia a los antimicrobianos entre 2020 y 2021 para Salmonella spp., Campylobacter jejuni y C. coli en humanos y animales destinados a la producción de alimentos (pollos de engorde, gallinas ponedoras, pavos, cerdos y bovinos menores de un años), así como la carne derivada de los mismos.
Profundizando en los principales resultados vemos que se han identificado tendencias alentadoras en varios países con una proporción cada vez mayor de bacterias de animales productores de alimentos que era susceptible a todos los antimicrobianos probados. Además, la prevalencia de E. coli de betalactamasas de espectro extendido (BLEE, por sus siglas en inglés) y betalactamasas AmpC (AmpC), está disminuyendo.
El nivel de resistencia a la ciprofloxacina en Campylobacter ahora es tan alto que este antimicrobiano ya no puede recomendarse en el tratamiento de infecciones graves por Campylobacter en humanos
El informe pone de relieve que se ha observado una disminución de la resistencia de Salmonella a la ampicilina y la tetraciclina en humanos en varios países en el periodo comprendido entre 2013 y 2021. Hecho particularmente evidente en S. Typhimurium, un tipo de Salmonella comúnmente asociado con cerdos y terneros que, a menudo es multirresistente. Los datos también muestran tendencias decrecientes en la resistencia de Campylobacter jejuni a la eritromicina en humanos y pollos de engorde.
Este tipo de antimicrobiano es muy importante en el tratamiento de la campilobacteriosis. Sin embargo, el informe también muestra una tendencia creciente durante el mismo período en la resistencia de S. Enteritidis y C. jejuni a la ciprofloxacina en humanos. S. Enteritidis y C. jeuni causan la mayoría de los casos de infecciones por salmonelosis y campilobacteriosis en humanos.
Se observaron tendencias similares en C. jejuni de pollos de engorde entre 2009 y 2020, donde la resistencia a la ciprofloxacina aumentó en varios países. El nivel de resistencia a la ciprofloxacina en Campylobacter ahora es tan alto que este antimicrobiano ya no puede recomendarse en el tratamiento de infecciones graves por Campylobacter en humanos.
La resistencia de E. coli a los carbapenémicos sigue siendo rara en los animales destinados a la producción de alimentos y en los seres humanos. Dado que los carbapenémicos son una clase de antimicrobianos de último recurso, cualquier hallazgo que muestre resistencia a estos en bacterias zoonóticas es motivo de preocupación. “Por lo tanto, es necesario monitorizar e investigar la resistencia a los carbapenémicos”, asevera el informe.
“La resistencia a los antimicrobianos es una de las mayores amenazas a las que nos enfrentamos en todo el mundo y afecta a los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Trabajar juntos sigue siendo clave para abordar este complejo problema. Un trabajo a través del que encarnamos el enfoque One Health, reconociendo los estrechos vínculos y la interdependencia de la salud de los humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente en general”, expresan a través de un comunicado los científicos jefe del ECDC y la EFSA, Mike Catchpole y Carlos Das Neves, a través de una declaración conjunta.
La EFSA ofrece una herramienta de visualización de datos interactiva a través de la que puede consultarse la resistencia a los antimicrobianos frente a diversos antibióticos en seres humanos y varios animales durante el 2020. Puede consultarse a través del siguiente enlace.