La resistencia a los antimicrobianos se erige como uno de los grandes problemas de salud pública. Hace unos meses la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), María Jesús Lamas, auguraba que la sociedad se acerca a una “era post-antibiótica”, como consecuencia de estas resistencias lo que puede conducirnos a un incremento de las infecciones multirresistentes sin tratamiento. Esta situación se cobra ya la vida de más de 4.000 personas cada año.
Un reciente estudio publicado en la revista Molecular Cell alerta de que la resistencia a los antibióticos está más evolucionada de lo que se había reconocido hasta ahora, lo que enfatiza en la necesidad de adoptar medidas urgentes. En este sentido la Unión Europea ha publicado una lista “prioritaria” a través de la que identifica las principales amenazas para la salud que requerirán una respuesta coordinada en bloque. En esta aparece la resistencia antibiótica.
El primer paso importante es la identificación de las bacterias para las que se necesitan con urgencia nuevos antibióticos. En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaba en febrero de 2017 la denominada como “Lista de Patógenos Prioritarios” resistentes a los antibióticos. Esta está compuesta por un catálogo de 12 familias de bacterias que, actualmente, representan la mayor amenaza para la salud humana, y que se muestran a continuación:
PRIORIDAD 1: CRÍTICA
- Acinetobacter baumannii, resistente a carbapenémicos.
- Pseudomonas aeruginosa, resistente a carbapenémicos.
- Enterobacteriaceae, resistente a carbapenem, productora de ESBL.
PRIORIDAD 2: ALTA
- Enterococcus faecium, resistente a vancomicina.
- Staphylococcus aureus, resistente a la meticilina, intermedio y resistente a la vancomicina.
- Helicobacter pylori, resistente a la claritromicina.
- Campylobacter spp., resistente a fluoroquinolonas.
- Salmonellae, resistente a las fluoroquinolonas.
- Neisseria gonorrhoeae, resistente a las cefalosporinas, resistente a las fluoroquinolonas.
PRIORIDAD 3: MEDIA
- Streptococcus pneumoniae, no sensible a la penicilina.
- Haemophilus influenzae, resistente a la ampicilina.
- Shigella spp., resistente a fluoroquinolonas.
El grupo más crítico de todos incluye bacterias resistentes a múltiples fármacos que representan una amenaza particular en hospitales, hogares de ancianos y entre pacientes cuyo cuidado requiere dispositivos como ventiladores y catéteres sanguíneos. Pueden causar infecciones graves y a menudo mortales, como infecciones del torrente sanguíneo y neumonía.
El segundo y tercer nivel de la lista, las categorías de prioridad alta y media, contienen otras bacterias cada vez más resistentes a los medicamentos que causan enfermedades más comunes, como la gonorrea y la intoxicación alimentaria causada por la salmonella
Estas bacterias se han vuelto resistentes a una gran cantidad de antibióticos, incluidos los carbapenémicos y las cefalosporinas de tercera generación, los mejores antibióticos disponibles para tratar bacterias multirresistentes.
El segundo y tercer nivel de la lista, las categorías de prioridad alta y media, contienen otras bacterias cada vez más resistentes a los medicamentos que causan enfermedades más comunes, como la gonorrea y la intoxicación alimentaria causada por la salmonella.
¿PARÁ QUÉ SIRVE ESTE LISTADO?
Los criterios que se siguieron para la inclusión o no de los patógenos en esta lista fueron:
- Grado de mortalidad de las infecciones que provocan.
- Si su tratamiento requiere de largas estancias hospitalarias.
- Con qué frecuencia son resistentes a los antibióticos existentes cuando los contraen las personas y/o comunidades.
- Con qué facilidad se propagan entre animales, de animales a humanos y de persona a persona.
- Si son prevenibles.
- Cuantas opciones de tratamiento quedan.
- Si los nuevos antibióticos para tratarlos ya están en proceso de investigación y desarrollo.
La OMS publicaba recientemente el informe “Análisis de las vacunas bacterianas en desarrollo preclínico y clínico 2021”. De acuerdo con este un total de 61 candidatos a vacunas en desarrollo clínico activo. S. pneumoniae tiene el mayor número de vacunas candidatas en desarrollo clínico (16), seguida de cerca por M. tuberculosis. No existen candidatos vacunales en desarrollo clínico contra A. baumannii, Enterobacter spp., Enterococcus faecium o P. aeruginosa.
Para los patógenos restantes calificados como de alta prioridad, hay dos vacunas candidatas en preparación contra Staphylococcus aureus, seis contra Helicobacter pylori, cuatro contra C. jejuni, nueve candidatos contra todos los serovares de Salmonella y solo un candidato vacunal contra Neisseria gonorrhoeae. Todos los patógenos de prioridad media tienen candidatos vacunales en desarrollo clínico.