La difteria es una enfermedad rara en los países de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE). Se trata de una infección grave causada por cepas de bacterias denominadas Corynebacterium diphtheriae que producen una toxina, responsable de que las personas puedan enfermar gravemente. Las personas infectadas pueden no presentar síntomas, pero portar la bacteria e infectar a otras personas.
De acuerdo con los datos publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), se notificaron una media de 52 casos anuales en la UE/EEE entre los años 2016 y 2020. Alrededor del 50% de estos casos estuvieron provocados por Corynebacterium diphtheriae. De los 128 notificados en el referido periodo de tiempo, 60 fueron cutáneos, 25 respiratorios y uno tuvo una manifestación clínica tanto cutánea como respiratoria. Un total de 42 casos presentaban una manifestación clínica diferente o no se contaba con suficiente información.
Durante este período de cinco años, 69 casos de C. diphtheriae se clasificaron como importados en 11 países de la UE/EEE (un promedio de 14 casos de C. diphtheriae importados por año), y de estos, 46 presentaron una enfermedad cutánea. No ha sido posible confirmar el posible estatus migratorio de estos casos ya que no se informó el motivo de su viaje a la UE/EEE, según expone el ECDC.
"La probabilidad de que los individuos residentes en la comunidad desarrollen la enfermedad es muy baja. No obstante, no se puede excluir la posibilidad de infecciones secundarias"
El último informe sobre la situación de la difteria en la UE/EEE publicado por el ECDC señala que el número de casos reportados en lo que llevamos de 2022 representa un aumento en comparación con el promedio de casos importantes observados en los últimos años. Hasta el 26 de septiembre se han notificado 92 casos de difteria entre migrantes, incluido uno mortal, en siete países europeos: Austria, Alemania. Reino Unido, Noruega, Bélgica, Francia y Suiza. Todos los casos se han producido en varones procedentes, principalmente, de Asia y África, y la mayoría han sido diagnosticados en centros de recepción de inmigrantes.
El ECDC estima que el riesgo para la población general de los países de la UE/EEE es muy bajo, considerando la probabilidad de infección y el impacto de la enfermedad. “Dada la alta cobertura estimada de inmunización contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP) en los países de la UE/EEE, que oscila entre el 91 y el 99% para la primera dosis (DTP1), de tres dosis para un ciclo completo de vacunación, y del 85 al 99% para la tercera dosis (DTP3), la probabilidad de que los individuos residentes en la comunidad desarrollen la enfermedad es muy baja. No obstante, no se puede excluir la posibilidad de infecciones secundarias en la comunidad y la difteria clínica grave es posible en personas no vacunadas o inmunodeprimidas”, señalan los expertos del ECDC.
En relación a las personas que residen, trabajan o son voluntarias en los centros de migrantes “existe una probabilidad moderada de exposición a la bacteria de la difteria”. Las personas expuestas que no están vacunadas o son inmunodeprimidas “podrían enfrentar un resultado grave después de una infección por difteria”. “Se considera que el impacto de la enfermedad para las personas con la pauta de vacunación completa contra la difteria es bajo”.
Hasta el pasado 26 de septiembre el ECDC no tiene conocimiento de ninguna evidencia que indique brotes en la población más amplia de la UE/EEE como resultado del aumento de casos importados de difteria.