La última actualización realizada por el Ministerio de Sanidad (31 de enero de 2023) sobre la situación epidemiológica de Mpox (anteriormente conocida como “viruela del mono”) en España, confirma un histórico de 7.520 casos confirmados desde que se iniciase el brote global el pasado mes de mayo. Cifra que supone tan solo un aumento de siete casos desde la actualización efectuada el 18 de enero. Días antes el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) confirmaba que el viejo continente mantenía una tendencia constante a la baja en términos de nuevas infecciones desde el pasado mes de julio.
A través de su última actualización, relativa al periodo comprendido entre el 17 y el 31 de enero de 2023, tan solo se han notificado 23 casos en ocho países pertenecientes a la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE). Los cinco países que acumulan un mayor histórico de casos de Mpox desde el inicio del brote son: España (7.528), Francia (4.127), Alemania (3.676), Países Bajos (1.260) e Italia (954). El organismo europeo señala que las tasas acumuladas de notificación más elevadas se han registrado en el periodo analizado en España, Portugal y Luxemburgo.
Desde el inicio del brote de Mpox y hasta el pasado 31 de enero se han notificado 21.163 casos confirmados en 29 países de la UE/EEE. Se suman 63 casos en tres países de los Balcanes occidentales y Turquía.
Las cifras que observamos distan significativamente de las que se reportaban al inicio del brote global de Mpox. A pesar de que el número de nuevos casos notificados entre el 16 y el 22 de enero de 2023 ha aumentado un 37,1% en comparación con la semana anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la mayoría de las nuevas infecciones se han notificado en la región de las Américas (88,2%) y África (5,7%).
Antes del inicio del brote global el virus era endémico de algunas regiones de África occidental y central. Hasta el momento en el que las autoridades sanitarias británicos dieron la voz de alarma a la OMS tras la detección de un conjunto de infecciones en mayo de 2022, la anteriormente conocida como “viruela del mono” era una enfermedad prácticamente desconocida fuera de las referidas regiones del continente africano. Una enfermedad más de la larga lista que azotan a los países con menos recursos y de las que las naciones con mayores ingresos únicamente se acuerdan cuando traspasan sus fronteras.
El riesgo general de infección por Mpox es “moderado” para el grupo de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, y “bajo” para la población general de los países de la UE/EEE
Ahora que el brote global parece remitir y concentrarse mayoritariamente en las regiones de las Américas y África, es el momento de continuar aunando esfuerzos a nivel global para que este virus no vuelva a caer en el olvido. Los expertos abogan por la continuación de los planes de respuesta puestos en marcha para continuar ayudando a los países con menos recursos. Básicamente se trata de aplicar las lecciones que hemos aprendido con la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.
Retomando la evaluación del ECDC sus expertos afirman que el riesgo general de infección por Mpox es “moderado” para el grupo de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, y “bajo” para la población general de los países de la UE/EEE. “El número semanal de casos de Mpox notificados en la UE/EEE alcanzó su punto máximo en julio de 2022 y, desde entonces, se ha observado una tendencia constante a la baja alcanzando una meseta de casos muy bajos desde la semana 52”, destacan los autores del informe.
En este sentido inciden en que “es probable que múltiples factores hayan contribuido a la disminución de este brote como los esfuerzos en la comunicación de riesgos y participación comunitaria, el aumento de la inmunidad en los grupos de población más afectados (tanto por infección natural como por vacunación), y una disminución en la cantidad de grandes eventos culturales y sociales frecuentados por los principales grupos de riesgo desde la finalización del verano”.
El informe establece una serie de medidas y recomendaciones que los países europeos deben mantener para responder a nuevas infecciones. Entre estas destacan la concienciación a los profesionales de salud, apoyar a los servicios de salud sexual para continuar alerta ante la identificación de posibles nuevas infecciones, el rastreo de contactos y la gestión de casos, continuar ofreciendo pruebas de detección, mantener las estrategias de vacunación, y continuar con la comunicación de los riesgos y la participación de la comunidad, “a pesar de la disminución en el número de casos”. Estrategias todas que también deben continuar apoyándose en los países con menos recursos en los que ahora el virus mantiene una alta prevalencia. Si algo hemos aprendido de la Covid-19 y de la Mpox es que, en un mundo globalizado e interconectado como en el que vivimos, nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos.