No hay datos de la prevalencia de las infecciones fúngicas en España, aunque se sabe que la infección por cándida es la más común dentro de los hongos. A una falta de registro se suma que la mortalidad asociada es cada vez más elevada, con lo que el tratamiento precoz y la atención multidisciplinar son en la actualidad factores primordiales para conseguir mejores tasas de supervivencia y reducir la dificultad de los diagnósticos, evitando localizarlos en fases tardías. Así lo han debatido diversos expertos en las jornadas organizadas por Gilead "ÁTICO 2.0 Antifúngicos: Temas de Interés y Casos clínicos".
Por segundo año consecutivo, este evento reúne un grupo multidisciplinar de profesionales expertos con el fin de acercar los conocimientos más actuales sobre estas infecciones fúngicas invasivas (IFI), tanto a médicos en formación como a especialistas en enfermedades infecciosas, hematólogos e intensivistas.
Durante la primera de las sesiones formativas, el Dr. Jesús Fortún, jefe de Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y el Dr. José María Aguado, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, como coordinadores del encuentro, han querido subrayar la importancia de la colaboración entre centros a la hora de contrastar experiencias. “En estas sinergias se basa la investigación clínica que es clave para que la evolución del conocimiento en la infección fúngica invasora siga adelante”, ha explicado el Dr. Aguado.
Estos encuentros permiten buscar formas con las que "optimizar las técnicas para conseguir diagnósticos lo más específicos posibles o contar con más opciones de monitorización y biomarcadores que nos ayuden a ver la respuesta y su valor predictivo"
Por su parte, el Dr. Fortún ha añadido que “aprender sobre qué está ocurriendo en otros centros es muy importante a la hora de impactar o elegir el mejor tratamiento para el paciente, pero, también, para afrontar los retos futuros a los que nos estamos enfrentando y que están asociados a estas infecciones oportunistas". Es el caso, ha continuado, "de optimizar las técnicas para conseguir diagnósticos lo más específicos posibles o contar con más opciones de monitorización y biomarcadores que nos ayuden a ver la respuesta y su valor predictivo para mejorar el pronóstico de estos pacientes”.
EQUIPOS MULTIDISCIPLINARES
Durante las sesiones, los expertos han coincidido en destacar que la infección fúngica invasora es una de las situaciones clínicas en la que contar con equipos multidisciplinares se hace más evidente y necesario. En este sentido, el Dr. Aguado ha afirmado que “es precisa la colaboración estrecha tanto del médico encargado como del microbiólogo, radiólogo, infectólogo y de otros especialistas, como los anatomopatólogos, para que se alcance el éxito en el tratamiento y la mejora de la calidad de vida de los pacientes”.
Al respecto, el Dr. Fortún, ha agregado que en la IFI, la calibración del huésped o paciente es determinante. "No es lo mismo tratar a un paciente con una enfermedad hematológica, que, a uno con una enfermedad oncológica, con un trasplante de órgano o con EPOC y, tampoco tiene el mismo impacto hacerlo en una UCI o en planta de un hospital. Por eso, es primordial trabajar de manera multidisciplinar y favorecer el intercambio de conocimientos”.
En los últimos años, han sido muchos los avances acontecidos en el campo del tratamiento con antifúngicos. “Para cualquier profesional sanitario dedicado al cuidado de personas inmunosuprimidas es imprescindible el conocimiento profundo y actualizado para conseguir un mejor abordaje y cuidados que ayuden a prever y tratar las complicaciones derivadas de estas enfermedades”, así lo han comentado los coordinadores del encuentro que han puesto en valor este tipo de reuniones por “incentivar sin duda el desarrollo de la investigación”.