El infarto de miocardio provocó la muerte de 13.643 personas en 2022 en España. Así lo confirman los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que señalan a las enfermedades cardiovasculares como la segunda causa de muerte en nuestro país. Y aunque estos ataques, de manera general, se producen principalmente en pacientes de mayor edad, lo cierto es que los jóvenes también pueden sufrirlo.
“Entre los factores principales de riesgo del infarto de miocardio, se encuentra sin duda la edad; cuanto más mayor, más probabilidad. Por tanto, el infarto miocárdico es una patología frecuente de las edades avanzadas”, explica el doctor Paolo Racugno, cardiólogo de Quirónsalud Valencia, en el Blog de Cardiología de la entidad.
"Individuos más jóvenes que acumulan factores de riesgo pueden padecer infartos a edades tempranas"
Sin embargo, las personas que acumulan ciertos factores de riesgo pueden sufrir con más frecuencia estos ataques, con independencia de su edad. Estos factores pueden ser el consumo de tabaco, la diabetes, la hipertensión y la hipercolesterolemia. “Así que individuos más jóvenes que acumulan factores de riesgo pueden padecer infartos a edades tempranas”, tal y como explica este especialista.
Aún así, según comenta el experto, las personas jóvenes presentan con frecuencia síntomas más llamativos que las personas mayores. Y es que, mientras los pacientes de edad avanzada suelen sufrir síntomas inespecíficos, los jóvenes presentan con más frecuencia “dolor torácico opresivo de inicio en reposo, irradiado al brazo izquierdo y a cuello y mandíbula. Acompañado de sudoración fría, náuseas, vómitos y falta de aire”.
"Si analizamos la población más joven (< 35 años) hay una mayor preponderancia de las miocardiopatías como la cardiomiopatía hipertrófica"
Además, el infarto en personas jóvenes “puede debutar como una muerte súbita”, indica el Dr. Racugno. Se trata de la aparición de forma repentina de una parada cardiorespiratoria en una persona que se encuentra en buen estado de salud. “Sin embargo, si analizamos la población más joven (< 35 años), hay una mayor preponderancia de las miocardiopatías como la cardiomiopatía hipertrófica o la cardiomiopatía arritmogénica, en cuyos casos es más común que la muerte se produzca con los esfuerzos físicos”, sostiene.
A pesar de estas tendencias a padecer infarto asociado a determinada sintomatología o riesgos, desde Quirónsalud aconsejan no infraestimar otros síntomas que pueden ser menos comunes. Un ejemplo de esta sintomatología menos frecuente es el dolor en la boca del estómago, la región interescapular o en el brazo derecho. Y aunque estos síntomas pueden producirse en hombres y mujeres, estas últimas también pueden sufrir un infarto con manifestaciones atípicas que lleven a su diagnóstico tardío y, por tanto, a la muerte.
EL INFARTO EN MUJERES, MÁS LETAL
De hecho, el principal problema del infarto en mujeres es que su diagnóstico es tardío, siendo estas las más afectadas por la muerte causada por infarto agudo de miocardio. En concreto, un 9,1% de las mujeres mueren en el hospital debido a uno de estos ataques, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2022. También el pronóstico es peor después de la hospitalización si comparamos con los hombres.
Como contábamos anteriormente en ConSalud.es, las mujeres pueden presentar síntomas inespecíficos como los mareos, náuseas, dolor de mandíbula o dificultad para respirar. Una sintomatología que, en ocasiones, puede confundirse con otras patologías, como por ejemplo, la ansiedad. Esta es la realidad de muchas mujeres que, tras asistir a urgencias, recibieron un diagnóstico erróneo cuando en realidad estaban sufriendo un infarto.
Por esta razón, un diagnóstico temprano es fundamental, ya que los infartos son más frecuentes en hombres, pero más letales en mujeres. Y, en el caso de los jóvenes y, especialmente los deportistas, desde Quirónsalud recomiendan al menos un electrocardiograma, “una prueba muy sencilla que nos da muchísimas informaciones ya que cualquier alteración, aun no siendo específica, puede activar las alarmas”.