La contaminación se ha convertido en uno de los principales problemas en términos de salud pública a los que urge buscar una solución a nivel global. Sobre este escenario Madrid, de la mano la Cumbre del Clima, de la se ha convertido en el epicentro de las últimas propuestas que se espera se desarrollen en este sentido y acaben por convertirse en políticas reales que realmente ayuden a frenar el cambio climático.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 80% de las personas que residen en las ciudades respiran aire con niveles de polución que superan los límites de las recomendaciones saludables. En concreto, la enfermedad coronaria y el ictus representan el 80% de todas las muertes causadas por la contaminación ambiental.
“Las últimas evidencias científicas han demostrado que, igual que nosotros respiramos oxígeno y a través de los pulmones pasa al torrente circulatorio, la contaminación atmosférica que respiramos, el pulmón no actúa como un filtro y los contaminantes pasan a la sangre”, explica a este medio el doctor Jordi Bañeras, miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC), la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo de la Unidad de Críticos Cardiovasculares del Hospital Vall d´Hebrón.
"Lo que se provoca son efectos de vasoconstricción, formación de placas de ateroma y otros problemas que pueden derivar en infartos de miocardio"
En sus palabras, este proceso se traduce en una serie de “efectos dañinos” que se van produciendo en la sangre, “sobre todo a las arterias del corazón”. “Ahí lo que se provoca son efectos de vasoconstricción, formación de placas de ateroma y otros problemas que pueden derivar en infartos de miocardio”.
Entre las patologías más frecuentes relacionadas con la contaminación a la que tiene que hacer frente nuestro organismo, el doctor ha destacado la “cardiopatía isquémica” que “provoca la obstrucción de las arterias”, así como “las anginas de pecho y los infartos de miocardio”.
“También existen evidencias de que aquellas personas que sufren del corazón y tienen insuficiencia cardiaca, en aquellos días en los que los niveles de contaminación son más altos, esa insuficiencia cardiaca se descompensa y hace que estas personas tengan que acudir a Urgencias con episodios de ahogo y malestar torácico”.
Existe además una relación entre el los días en los que se producen incrementos de los picos de contaminación con “arritmias tanto auriculares como ventriculares”
El doctor explica que existe además una relación entre el los días en los que se producen incrementos de los picos de contaminación con “arritmias tanto auriculares como ventriculares”. “A nivel del corazón, la contaminación afecta a las arterias, el músculo y al nivel eléctrico produciendo arritmias”.
En los últimos tiempos se han relacionado los altos niveles de contaminación con un posible incremento de los casos de cáncer. El doctor Jordi Bañeras explica que esta relación se ha estado estudiando.
“Hay alguna pequeña evidencia de que hay un ligero incremento del cáncer de pulmón en relación a la contaminación atmosférica. Pero sin duda insisto en que los efectos de la contaminación con respecto a la salud, entre un 40% y un 80% de lo que afecta es a nuestro sistema circulatorio”.
En relación a estos porcentajes indica que el corazón es el primer gran afectado, seguido por las arterias “pudiendo llegar a provocar ictus”. “Con menor medida, también puede afectar a los pulmones en forma de episodios de asma entre otros e incluso algunos estudios relación la contaminación con el cáncer de pulmón”.
"En aquellos días en los que había altos niveles de contaminación por PM2,5 se producían más ingresos hospitalarios por infarto de miocardio"
La entrevista avanza hacia recientes estudios elaborados por el grupo del doctor Bañeras en los que se correlaciona la exposición a altos niveles de contaminación atmosférica con el incremento de los infartos de miocardio. “Nuestro grupo hizo un estudio que publicamos en una revista científica hace dos años donde demostramos que en Barcelona, en aquellos días en los que había altos niveles de contaminación por PM2,5 (derivado de la combustión de los vehículos diesel), se producían más ingresos hospitalarios por infarto de miocardio”, ha destacado señalando que estos infartos se reportaron además “más letales”.
“También se incrementaron los casos de arritmias. Existe una clara evidencia como demostramos y nuestro estudio ha sido replicado en otras partes del mundo”.
Ante esta alarmante fotografía la entrevista concluye con una necesaria pregunta: ¿es el momento de contemplar el aire como uno de los factores de riesgo modificables en la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares?
“Esto es clave. Como cardiólogo me pregunto, ¿por qué hay gente que sufre infartos si no tiene colesterol, ni diabetes, ni hipertensión y cuenta con hábitos de vida saludables? Afortunadamente en los últimos años hemos demostrado que la contaminación daña el corazón por lo que la podemos incluir como un factor de riesgo más a tener en cuenta en relación a las enfermedades cardiovasculares, y de esta manera intentar tomar medidas de prevención”, ha concluido.