La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud que afecta a millones de personas en edad de procrear en todo el mundo. Los datos disponibles indican que entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad en todo el mundo. Si nos centramos en España, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), una de cada seis parejastiene problemas para tener hijos y el 5,4% de las mujeres en edad fértil se ha sometido a un tratamiento de reproducción asistida.
A pesar de afectar a muchas parejas, la infertilidad es una enfermedad que ha tardado muchos años en ser visibilizada por la sociedad y admitida por las personas que la padecen. Lo cierto es que, desde que las autoridades sanitarias mundiales reconocieron la infertilidad como un problema de salud, se fue generando una conciencia colectiva sobre la enfermedad. Pero aún quedan muchos pasos por dar para conseguir que los pacientes no tengan miedo a contar que la padecen.
Partimos de la base de que el deseo de tener hijos es “un deseo muy profundo”. “Que vayan pasando los meses y veas que no te quedas embarazada, cuando nadie nos ha contado que quedarse embarazada en el ser humano no es una tarea sencilla, es complicado. Todos pensamos que esto es un proceso de dos o tres meses, pero llega un punto en el que el camino se te hace cuesta arriba. Empiezas a tener duelos, porque cuando estas ovulando estas emocionada, estas ilusionada, piensas que esta vez sí lo vas a conseguir, y cuando te viene la regla, te hundes”, explica Helena Fernández, presidenta de la Asociación de Pacientes Red Nacional de Infértiles y mujer infértil.
"Te encuentras con que estas enfadada, tienes rabia, estas triste y cada vez te cuesta más salir con tus amigas porque todo el mundo te empieza a hablar de embarazo y tú no quieres tratar ese tema"
“Luego llega ese momento en el que en una unidad de reproducción asistida, te dicen a ti o a tu pareja que no podéis tener hijos por una razón u otra. Y ahí empieza otro camino largo y agotador en el que pueden ocurrir dos cosas: una es que, por un lado te emocionas, porque nadie te ha contado que el camino de reproducción asistida es agotador, física y emocionalmente. Por otro lado, sientes miedo y pérdida de control, porque algo que tenía que ser y tenía que vivirse desde la intimidad, lo tienes que dejar en manos de unos desconocidos que son los que te van a llevar el tratamiento para quedarte embarazada”, sigue contando.
Uno de los motivos por los que se puso en marcha esta asociación fue por la incomprensión social hacia una enfermedad, como es la infertilidad, que favorece una conversación en los entornos familiares y también médicos que a veces es dañina para quienes atraviesan el duro camino de no poder tener hijos de manera natural. Así que “unas pocas pacientes que nos encontramos en Internet creamos esta asociación, una red de apoyo entre pacientes donde escucharnos y acompañarnos como solo nosotras sabíamos y animarnos como nosotras deseábamos”, escriben en el Manual del Lenguaje de la Fertilidad.
“Se te va a pasar el arroz”, “si no puedes tener hijos, cómprate un perro” o “cuando te relajes, te quedarás embarazada” son frases “profundamente dolorosas para quienes se enfrentan a un problema de fertilidad”
De repente “te encuentras con que estas enfadada, tienes rabia, estas triste y cada vez te cuesta más salir con tus amigas porque todo el mundo te empieza a hablar de embarazo y tú no quieres tratar ese tema e intentas evitar quedar porque cuando cuentas lo que estás pasando y lo que estás viviendo, tu entorno no sabe cómo ayudarte e intentan consolarte haciendo daño y culpabilizándote. Hay barbaridades que se dicen por parte de los amigos que son muy duras”.
“Se te va a pasar el arroz”, “si no puedes tener hijos, cómprate un perro” o “cuando te relajes, te quedarás embarazada” son frases “profundamente dolorosas para quienes se enfrentan a un problema de fertilidad”, cuenta Fernández. “Te están culpabilizando porque al final te están diciendo que no te puedes quedar embarazada por ti y esto es muy difícil de gestionar porque no tienes fuerza ni para decir que dejen de decir esas cosas. Son frases que hemos escuchado por parte de nuestras asociadas y que llevamos escuchando desde hace 13 años”.
EL PAPEL LOS PROFESIONALES
Los profesionales sanitarios juegan un papel fundamental en todo este proceso, pero en muchas ocasiones, “no acompañan de la manera que tienen que hacerlo”. Tal y como señala Helena, la “infertilidad es una enfermedad emocional porque te trastoca los pilares de tu vida. Tienes que hacer equipo con ese profesional porque dejas todo en sus manos y debes confiar en él, en su diagnóstico y en que te hagan las pruebas suficientes. La infertilidad es una enfermedad multifactorial y por decirlo de alguna forma, tienes que estar con un profesional que vaya tocando las teclas correctas para saber por qué no puedes quedarte embarazada”.
“Los profesionales también tiene que ser seres humanos, pero es algo que demandamos todos los pacientes de cualquier tipo de enfermedad. Pero, por desgracia, hoy en día sigue habiendo profesionales que no empatizan todo lo que deberían. Hay frases que tienen que desterrar como estar hablando de úteros viejos. Al final esto va haciendo que los pacientes cada vez nos encontremos peor y más aislados porque no damos con la manera de desahogarnos y de no sentirnos juzgados con nuestro sentimientos y pensamientos”, termina declarando Helena.