El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico de Valencia, está coordinando un estudio para valorar la incorporación de la medida de la Difusión pulmonar (DLCO) a la espirometría como prueba de screening para el diagnóstico de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), con el fin de poder identificar con mayor precisión a pacientes en riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Este es el planteamiento de la investigación ''GOLD 0 - DLCO 1: Una mirada más allá de la obstrucción. ¿Es suficiente la espirometría en el screening de EPOC?'', que forma parte de los PII (Proyectos de Investigación Integrados de Separ) y tiene como coordinadora nacional e investigadora principal a la doctora Mª Cruz González Villaescusa, médico adjunto de Neumología, responsable de la Consulta Monográfica de EPOC y del Laboratorio de Exploración Funcional del Hospital Clínico y miembro del Grupo emergente de Enfermedades Raras y de la Comisión de Investigación de Incliva.
La EPOC incluye dos enfermedades: la bronquitis crónica (inflamación y engrosamiento de la pared bronquial, generalmente, por el tabaco) y el enfisema (que se produce por destrucción de las paredes alveolares).
Sin embargo, en el screening de la EPOC se sigue utilizando habitualmente solo la espirometría, que ofrece información del calibre de la vía aérea (los bronquios) pero no sobre la afectación del tejido pulmonar (alveolos). La espirometría es una prueba que permite medir la cantidad y la velocidad del aire que entra y sale de los pulmones, es decir, el volumen de aire que una persona es capaz de inspirar y espirar, y, de este modo, determinar la obstrucción de la vía aérea, que es solo una parte de la enfermedad.
La hipótesis del estudio es que la dependencia exclusiva de la espirometría en el screening de EPOC puede suponer una subestimación del deterioro fisiológico clínicamente importante. La medida de la Difusión (DLCO) es una prueba de función respiratoria no invasiva que mide la superficie del pulmón disponible para realizar el intercambio gaseoso (O2 y CO2), que podría aportar en etapas iniciales de la enfermedad -cuando los síntomas aún no interfieren en las actividades de la vida diaria-, más información que la espirometría sobre la afectación del tejido pulmonar donde se produce el intercambio gaseoso que provee de oxígeno al organismo.
En la actualidad no se conoce la prevalencia o los resultados de la enfermedad en fumadores y exfumadores sin limitación al flujo aéreo en la espirometría pero con afectación parenquimatosa medida por DLCO. Una DLCO baja podría predecir una futura obstrucción del flujo aéreo en fumadores con espirometría normal.
En el screening de la EPOC se sigue utilizando habitualmente solo la espirometría, que ofrece información del calibre de la vía aérea
Tampoco se sabe qué ocurre en las etapas tempranas de la enfermedad, qué determina que algunos pacientes tengan daño pulmonar precoz y progresen a formas más severas de la enfermedad y otros no. El estudio de los mecanismos celulares y moleculares en esta etapa de la enfermedad permitirá un mayor conocimiento de la patogenia de la misma.
La mayoría de los estudios de EPOC no incluyen pacientes en riesgo y se hacen en pacientes en estadíos avanzados de la enfermedad donde la capacidad de los tratamientos de cambiar su curso es más limitada, de ahí la importancia de estudiar a los pacientes en fases precoces de la enfermedad cuando la espirometría aún es normal.
En la actualidad, el estudio está en la fase de reclutamiento de pacientes fumadores o exfumadores con una exposición acumulada ≥ 10 a/p (años/paquete) con síntomas respiratorios que presenten una espirometría normal, a los que se realizará una Difusión (DLCO) y un seguimiento durante cinco años. Se recogerán muestras de sangre, para análisis de los mecanismos de estrés oxidativo e inflamación que subyacen en estas etapas iniciales de la enfermedad y se almacenarán muestras de sangre en Biobanco para estudios posteriores.