Con motivo del Día Mundial de la Prematuridad, que se conmemora este domingo 17 de noviembre, la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) recuerda que los bebés prematuros, aquellos nacidos antes de las 37 semanas de gestación, tienen un mayor riesgo neurológico. Según la SENEP, a menor edad gestacional y peso al nacer, aumenta la posibilidad de complicaciones neurológicas y de otros órganos, lo que hace imprescindible el seguimiento regular de estos niños por un neuropediatra.
En concreto, la portavoz de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica, la doctora Erika Jiménez, explica que el recién nacido pretérmino (RNPT) es un bebé de riesgo neurológico, puesto que el normal desarrollo del sistema nervioso central se ha visto interrumpido antes de que haya alcanzado la maduración esperada a las 40 semanas de edad gestacional. “Este cerebro se va a desarrollar en un ambiente muy distinto al útero materno, lo que puede suponer cambios en la maduración y en la estructura cerebral, y a su vez traducirse en alteraciones neuroconductuales”, advierte.
En las primeras semanas de vida pueden presentar hemorragias de matriz germinal o infartos hemorrágicos; y más tardíamente, leucomalacia periventricular
La especialista en Neuropediatría y Neonatología detalla que el riesgo neurológico es mayor cuanto menor sea la edad gestacional del bebé. “En las primeras semanas de vida pueden presentar hemorragias de matriz germinal o infartos hemorrágicos; y más tardíamente, leucomalacia periventricular, un tipo de lesión cerebral por hipoxia, que clínicamente se puede manifestar como trastorno motor, y en un futuro como una discapacidad motora”, indica Jiménez.
En el largo plazo, estos niños tienen un mayor riesgo de presentar alteraciones del neurodesarrollo, como dificultades de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastornos de la conducta, trastorno del espectro autista (TEA) o déficit cognitivo. La doctora menciona que “en bebés con un peso inferior a los 1.500 gramos, entre un 5-15% presentará parálisis cerebral, y entre un 25-50% otras alteraciones del neurodesarrollo”.
REVISIONES
La SENEP recomienda que todos los menores nacidos con menos de 32 semanas de gestación, o con un peso inferior a 1.500 gramos, sean evaluados por un neuropediatra al menos dos veces durante su primer año de vida. “Aunque aparentemente desde que nacen el desarrollo sea el adecuado, estos niños deben ser valorados siguiendo el protocolo de seguimiento del menor de 32 semanas y de un peso inferior a 1.500 gramos, de la Sociedad Española de Neonatología de 2017”, destaca la doctora Jiménez.
Además, recuerda que los bebés prematuros pueden tardar más en alcanzar los hitos del desarrollo y que su progreso debe evaluarse en función de su edad corregida hasta los dos años. “Esto es, la edad que tendría realmente si hubiera nacido cuando le tocaba. Por ejemplo, cuando un bebé nace a las 32 semanas de edad gestacional, en realidad le faltan 8 semanas para llegar al término”, explica Jiménez, subrayando la necesidad de comparar la adquisición de hitos en base a esta edad corregida.
“Pueden presentar alteraciones menores del aprendizaje u otros trastornos del neurodesarrollo”
La doctora enfatiza que el seguimiento de un neuropediatra es fundamental hasta los 6-8 años, incluso cuando no haya grandes discapacidades visibles. “Pueden presentar alteraciones menores del aprendizaje u otros trastornos del neurodesarrollo”, explica.
Jiménez celebra que gracias a los avances en Neonatología, son pocos los niños prematuros que desarrollan secuelas neurológicas graves. “El uso de corticoides antenatales, ajuste individualizado de oxígeno, ventilación no invasiva, nutrición parenteral precoz y leche humana, entre otros, han aumentado la supervivencia y reducido la morbilidad en el prematuro extremo”.
La portavoz de la SENEP concluye resaltando el papel del neuropediatra, quien no solo entiende el funcionamiento del sistema nervioso del niño y la secuencia normal del desarrollo, sino que es clave para distinguir posibles patologías o trastornos, y conoce los tratamientos y recursos necesarios para atenderlos.