Este 2024 se cumplen 67 años del primer implante coclear, una intervención que, mediante la estimulación eléctrica de la cóclea, permite que cerca de 23.000 personas en España hayan recuperado a día de hoy su audición. Además, Europa cuenta con un 50% de los implantes cocleares realizados en todo el mundo, que ya son cerca de un millón, según datos de la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares (AICE).
Esta intervención, que celebra su Día Mundial cada 25 de febrero, es cada vez más frecuente en personas de entre 55 y 75 años, según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL- CCC). Sin embargo, uno de sus grandes avances es la aplicación en niños, capaz de mejorar la calidad de vida de aquellos que nacen con sordera congénita y necesitan un implante coclear para poder crecer con todas sus capacidades.
Por este motivo, es importante recordar ese porcentaje de población, perteneciente a edades infantiles, que padecen sordera, en su mayoría congénita. En concreto, como explica la SEORL CCC, cinco de cada mil recién nacidos pueden sufrir sordera en algún grado. Esta cifra supone un total de 1.890 niños afectados por este problema auditivo cada año. Además, el 80% de las sorderas infantiles acompañan a estos niños desde su nacimiento.
“La clave del implante coclear en niños es que no solo van a aprender a oír con el implante como lo haría un adulto, sino que también van a aprender a desarrollar el lenguaje”
Pero gracias al implante coclear, estos niños pueden desarrollar sus capacidades con normalidad a día de hoy. “La clave del implante coclear en niños es que no solo van a aprender a oír con el implante como lo haría un adulto, sino que también van a aprender a desarrollar el lenguaje”, explica Luis Lassaletta, presidente de la comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) en una entrevista a ConSalud.es. “Afortunadamente en España tenemos, desde hace muchos años, un programa de detección de la sordera en todos los hospitales”, recalca, una prueba que permitirá identificar los casos de sordera congénita severa o profunda en niños.
Este procedimiento de detección se realiza desde el momento del nacimiento. “El día del nacimiento se puede diagnosticar”, asegura el especialista. Pero en cualquier caso, si no es posible identificarlo, se realizarán estudios un poco más específicos. “Tenemos que estar seguros de que el diagnóstico es correcto porque el implante no nos sirve para todo tipo de sorderas, solo para las pérdidas severas o profundas”, insiste.
Para garantizar el nivel de sordera, los especialistas realizan más allá de una prueba inicial en el nacimiento, otros estudios más concretos. Lassaletta destaca la prueba con audífonos, las de imagen y otras pruebas genéticas, “para determinar si un niño o una niña padece sordera severa o profunda”. Este diagnóstico puede alargarse hasta los entre seis y nueve meses desde el nacimiento. “Después intentaremos que la cirugía sea en torno al año o, si es posible, antes”, indica el experto.
Esta cirugía es idéntica en todos los casos, con independencia de la edad. Debido al tamaño de la cóclea, que no varía a lo largo de la vida, el dispositivo va ser el mismo tanto para niños como para adultos. “Es exactamente el mismo implante”, asevera el presidente de la comisión de Otología. Y, aunque siempre hay excepciones, un implante coclear va a funcionar siempre que exista una pérdida severa o profunda. La excepción puede ser la falta de cóclea o de nervio coclear, debido a la colocación del implante. “Necesitamos cóclea para colocar el implante y nervio coclear para que transmita la información auditiva”, matiza.
EL DESARROLLO DEL LENGUAJE CON IMPLANTE COCLEAR
Un diagnóstico precoz siempre va a ser el atajo para conseguir las menos secuelas posibles. Por esto, como subraya el especialista, en niños con sordera severa o profunda, una detección a tiempo siempre va a ser la clave. A esto se suma la rehabilitación, que deberá ir de la mano del compromiso de madres y padres para garantizar el desarrollo del niño. “Con un diagnóstico precoz y una familia comprometida con la rehabilitación del niño o niña, tendrán un desarrollo normal”, puntualiza Lassaletta.
Tanto es así que es muy difícil distinguir a algunos de ellos de personas normoyentes, según explica el experto. “Es una ayuda maravillosa”, sostiene. Aunque pueden darse excepciones. “Como en todo, puede haber casos estrella, casos medios y casos pobres, pero por lo general se va a conseguir un desarrollo normal”, reitera. La SEORL-CCC recuerda la importancia de acudir a un otorrinolaringólogo para conseguir que la sordera no sea limitante en la vida cotidiana de los niños gracias al diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado.