El servicio de Neurorehabilitación y Daño Cerebral pediátrico del Hospital Nisa Virgen del Consuelo de Valencia ha incorporado un tratamiento que permite, entre otras cosas, tratar a un niño con parálisis cerebral. Se trata de Therasuit, un innovador traje ortopédico que le ayudará sentir de nuevo dónde están sus músculos y mejorar la movilidad de sus brazos, cabeza y tronco.
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“La clave del método Therasuit, además, también está en ser un programa totalmente individualizado, que combina ejercicios de estiramientos, fortalecimiento muscular, trabajo vestibular, visual y actividades funcionales para integrarlas en la vida diaria del niño”, comenta Belén Martínez fisoterapeuta especializada en este método.
Therasuite es un tratamiento indicado, entre otros, para niños con parálisis cerebral, retrasos del desarrollo, traumatismos cerebrales, ataxia, espasticidad, hipotonía. El método ha sido probado con éxito con pacientes como Luhay, un niño de 11 años diagnosticado de parálisis cerebral infantil, que sufre además de la tetraparesia una distonía, dificultad añadida que le impide constantemente dominar su cuerpo y estos movimientos involuntarios terminan por dominarle a él.
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Las habilidades en la motricidad fina y la gruesa mejoran en el 94% de los pacientes
A través de un sistema de bandas elásticas, el traje ayuda al niño a conseguir la mejor alineación posible. Esta corrección de la postura conlleva una mejora en la función de los músculos posturales facilitando el aprendizaje de patrones de movimiento correctos. Las habilidades en la motricidad fina y la gruesa mejoran en el 94% de los pacientes.“La clave del método Therasuit, además, también está en ser un programa totalmente individualizado, que combina ejercicios de estiramientos, fortalecimiento muscular, trabajo vestibular, visual y actividades funcionales para integrarlas en la vida diaria del niño”, comenta Belén Martínez fisoterapeuta especializada en este método.
Therasuite es un tratamiento indicado, entre otros, para niños con parálisis cerebral, retrasos del desarrollo, traumatismos cerebrales, ataxia, espasticidad, hipotonía. El método ha sido probado con éxito con pacientes como Luhay, un niño de 11 años diagnosticado de parálisis cerebral infantil, que sufre además de la tetraparesia una distonía, dificultad añadida que le impide constantemente dominar su cuerpo y estos movimientos involuntarios terminan por dominarle a él.
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