Cada 29 de octubre se celebra el Día Mundial de la Psoriasis y de la Artritis Psoriásica, una patología inflamatoria crónica de la piel que impacta directamente en el bienestar físico de los pacientes, pero también en su salud mental. De hecho, la psoriasis y el bienestar psicológico están estrechamente relacionados y pueden limitar la vida de los pacientes, afectando negativamente a su salud y a sus relaciones sociales.
Cuando hablamos de psoriasis, hablamos de un 2,3% de la población española afectada. Estos datos se traducen a cerca de un millón de personas que sufren esta enfermedad inflamatoria inmunomediada (IMID), según datos de Acción Psoriasis. Además, de los pacientes que sufren psoriasis, entre el 10 y el 30% también padecen artritis psoriásica.
"Los pacientes con enfermedad psoriásica también padecemos depresión y cuadros de ansiedad"
Estos pacientes se enfrentan a un gran malestar emocional. Como indica Montserrat Ginés, vicepresidenta de Acción Psoriasis, en una entrevista para ConSalud.es, "los pacientes con enfermedad psoriásica también padecemos depresión y cuadros de ansiedad". A su vez, sostiene: "Los problemas de salud mental son una realidad y hay que tratarlos”.
Y es que, como cuenta Ginés, la psoriasis es una enfermedad “muy visible” que condiciona la forma en la que “nos vemos” así como en “tu propia imagen” y también “en cómo te ven los demás”. Este sentimiento hace que muchas personas “tiendan a esconderse”, asegura la paciente de psoriasis. Además, “genera un cambio de vida en muchas ocasiones que afecta a tus relaciones personales, sociales o laborales”, añade.
Este impacto de la psoriasis exige un abordaje íntegro de la enfermedad. “No solo hay que tratar la piel y las articulaciones”, subraya la vicepresidenta de la entidad. Por eso, los pacientes “pedimos atención multidisciplinar que incluya psicólogos y psiquiatras”, añade.
Si bien es cierto que este abordaje con equipos multidisciplinares sí está disponible “en algunos hospitales”, no todas las zonas de España tienen este privilegio. “Esta atención multidisciplinar se da en muy pocas ocasiones y es una de las demandas de los pacientes”, asevera la vicepresidenta de la entidad.
EL ENTORNO FAMILIAR, CLAVE EN LA PSORIASIS
“Cada brote es un duelo”, afirma la paciente, y en este proceso también es esencial la figura de los familiares. “El apoyo emocional de la familia es fundamental”, asevera Ginés, “también el apoyo en las actividades de la vida diaria, en las tareas domésticas, en las visitas al médico”. Sin embargo, también las familias necesitan recibir apoyo para acompañar al paciente.
“Las familias necesitan formación e información”
“Las familias necesitan formación e información”, puntualiza la paciente. “Muchas de ellas sufren un gran impacto emocional al ver que sus familiares tienen una enfermedad, muchas veces desconocida, y que les está afectando de una manera importante”, continúa.
Este papel clave de los familiares obliga a los pacientes a “reclamar apoyo para ellos” porque a partir del diagnóstico “su vida también cambia, al hacerse cargo de una persona que tiene una patología de estas características”, expresa la paciente. “Es importante que se conozca el impacto de la psoriasis y que se trabaje de la manera más equitativa posible para que los pacientes puedan acceder a la innovación y puedan cuidar su salud física y mental”, concluye.