Un estudio de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), publicado en la revista 'PLOS ONE', ha revelado que la sensibilidad emocional a la contaminación atmosférica (ASAP) describe el grado en que el afecto o el estado de ánimo fluctúa en función de los cambios diarios en la contaminación atmosférica, además de que éste puede variar entre individuos.
La sensibilidad de los individuos a los riesgos climáticos es un componente central de su vulnerabilidad al calentamiento global. Basándose en la conocida relación entre la exposición a la contaminación atmosférica y los resultados adversos para la salud mental, estos investigadores introducen el constructo ASAP e ilustran su medición utilizando datos longitudinales intensivos.
En concreto, los autores aplicaron modelos estadísticos a datos intensivos de medias repetidas obtenidos de 150 individuos estadounidenses durante más de un año. Los investigadores utilizaron los modelos para examinar si los estados afectivos diarios de los individuos fluctúan con las concentraciones diarias de contaminación del aire exterior en su condado, y cómo lo hacen.
Los autores aplicaron modelos estadísticos a datos intensivos de medias repetidas obtenidos de 150 individuos estadounidenses durante más de un año
Examinaron dos componentes del estado afectivo de los individuos: la excitación, el nivel de activación fisiológica, y la valencia, la positividad o negatividad de su estado de ánimo.
Este trabajo demostró la viabilidad de utilizar datos sobre contaminación atmosférica obtenidos de los monitores locales de calidad del aire junto con datos psicológicos para evaluar el ASAP de los individuos. Los investigadores descubrieron que la excitación afectiva de los individuos era inferior a la habitual en los días con una contaminación atmosférica superior a la normal. Y lo más importante, había diferencias sustanciales en la ASAP entre los individuos.
La conclusión de que el afecto cotidiano de los individuos puede verse alterado por la contaminación atmosférica tiene importantes implicaciones.
La ASAP podría ayudar a explicar parcialmente uno de los mecanismos por los que la exposición a la contaminación aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental
Por ejemplo, la ASAP podría ayudar a explicar parcialmente uno de los mecanismos por los que la exposición a la contaminación atmosférica aumenta el riesgo a largo plazo de sufrir problemas de salud mental, como síntomas de ansiedad y depresión. Además, si la contaminación atmosférica debilita el afecto de un individuo, esta vulnerabilidad podría estar asociado a la falta de acción climática.
Los autores afirman que el ASAP puede aprovecharse para integrar mejor el afecto y la salud mental en la planificación de la adaptación al cambio climático, por ejemplo, para fundamentar las evaluaciones de vulnerabilidad climática y diseñar intervenciones personalizadas para apoyar el afecto en el contexto de la exposición a la contaminación atmosférica.
"Según la Organización Mundial de la Salud, el 90% de la población mundial respira aire que no cumple sus normas de calidad del aire habitable. Proponemos un constructo específico de la persona denominado 'sensibilidad afectiva a la contaminación atmosférica' basado en nuestro hallazgo de que los individuos difieren significativamente en cómo fluctúan sus estados afectivos de acuerdo con sus exposiciones diarias a la contaminación atmosférica", concluyen los investigadores, liderados por Michelle Ng.