La miopía es mucho más que llevar puestas unas lentes de contacto. Esta patología afecta a millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, dependiendo del número de dioptrías, puede derivar en enfermedades oculares más graves e incluso puede provocar ceguera total. Por esto, los profesionales alertan del riesgo de padecer enfermedades de retina asociadas a la miopía
En concreto, esta patología puede afectar gravemente a la retina en aquellas personas que tengan cinco o seis dioptrías más. Incluso puede provocar casos de ceguera. “En algunos países del sudeste asiático, la miopía se ha convertido en la primera causa de ceguera legal”, explica en una entrevista a ConSalud.esAlfredo García Layana, presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV).
“Como retinólogos estamos muy interesados en la prevención de la miopía”, asegura el experto. Las cifras no paran de crecer y la previsión para la miopía es un incremento significativo en los próximos años. “Estamos trabajando en la situación actual, que ya es alarmante, y con las previsiones futuras”, matiza, puesto que en 2050, la mitad de la población será miope.
“Aproximadamente un 10% de la población mundial va a ser alto miope”
Dentro de este porcentaje susceptible a padecer miopía, cabe destacar el número de personas que pueden sufrir alta miopía en un futuro. “Aproximadamente un 10% de la población mundial va a ser alto miope”, indica García, y estos pacientes serán quienes tengan más posibilidades de padecer enfermedades del ojo.
La maculopatía miópica, el glaucoma o la predisposición a las cataratas son las patologías que pueden padecer con mayor frecuencia las personas que padecen una miopía magna. “Por estas enfermedades, los especialistas en retina nos interesamos por una patología que las personas consideran simplemente un tema de llevar gafas o lentillas”, subraya el especialista en retina.
Estas previsiones están condicionadas, en gran parte, por un cambio en el estilo de vida de las personas. “Se sabe que la miopía tiene unos factores genéticos muy importantes, pero también se ha producido un cambio muy importante en el estilo de vida”, matiza el García. La disminución de las actividades al aire libre y el uso continuado de pantallas está ligado con un mal pronóstico para la salud ocular.
Otros países ya han puesto en marcha medidas para mitigar la progresión de la miopía, como Japón o China, con clases al aire libre o actividades en entornos con luz natural. Algo que, según el experto, también debería extrapolarse a nuestro país, aunque por ahora no se plantea como una opción. “En España existe la necesidad de concienciar sobre la prevención de la miopía”, apunta García.
ESTUDIO EPIDEMIOLÓGICO DE LA MIOPÍA
Aunque las medidas para frenar este aumento son escasas, los expertos en retina están dando los primeros pasos para estudiar el impacto de la miopía en la retina. Para ello, desde la SERV, mediante técnicas de tomografía de coherencia óptica y la creación de una base de datos, los especialistas están analizando cómo evoluciona y cuáles son los factores que provocan la pérdida de visión en pacientes con miopía.
“Sabemos que hay pacientes que tienen alta miopía y no padecen lesiones en la retina”, mientras otros sí presentan daños. Gracias a este estudio, desarrollado por la SERV en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, los especialistas dispondrán de datos epidemiológicos, así como medidas e imágenes del ojo.
NECESIDADES POR CUBRIR
Mientras tanto, como explica García, quedan otras necesidades por cubrir. “Tenemos una gran carga asistencial”, puntualiza, por lo que “hace falta más personal auxiliar que trabaje en equipo con los oftalmólogos para hacer las consultas más ágiles”. A esto se suma el desarrollo de nuevas técnicas y el empoderamiento del paciente, dos necesidades esenciales para tratar las enfermedades oculares, a las que se suman el resto de retos transversales al sistema sanitario.