Corría el 28 de mayo cuando el portavoz de Sanidad de Ciudadanos, Guillermo Díaz, intervenía en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados para mostrar al titular del Ministerio de Sanidad, Salvador Illa, sus dudas acerca de la efectividad del visado en la triple terapia de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En una interpelación al dirigente sanitario, Díaz recordaba a Illa que "estos visados han sido suspendidos durante la crisis del coronavirus y que los enfermos de EPOC son personas especialmente vulnerables ante esta enfermedad". A su juicio, sería conveniente prolongar esta decisión en beneficio del paciente.
De igual modo, el portavoz de Sanidad de Ciudadanos subrayaba que el visado "no tiene un argumento científico ni tampoco tiene un argumento económico". Por todo ello, invitaba al ministro de Sanidad a "plantearse la conveniencia del mismo". "Tomo nota respecto a sus consideraciones respecto a los visados para enfermos de EPOC", contestaba entonces Salvador Illa.
Apenas una semana después, el 4 de junio, Guillermo Díaz insistía en el seno de la Comisión de Sanidad y Consumo de la Cámara Baja en impulsar una revisión acerca del visado de la triple terapia de la EPOC. La respuesta del ministro de Sanidad fue la siguiente: "pensé que estaba resuelto, me disculpo. Tomo nota".
Es preciso recordar que la decisión corresponde a la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, cuya máxima responsable es Patricia Lacruz. Con la eliminación de este visado, el Sistema Nacional de Salud se ahorraría un 15% de la factura farmacéutica de estos medicamentos (es más barato el medicamento que tiene visado de los que no necesitan), toda vez que se mejoraría considerablemente la salud y calidad de vida del paciente.