Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) ha identificado, por primera vez, los mecanismos a escala molecular implicados en el incremento del riesgo de desarrollar esquizofrenia que se produce tras el consumo de cannabis.
En concreto, el equipo de investigadores ha descubierto las alteraciones que se producen en las neuronas de la corteza cerebral de ratones tratados crónicamente con THC, el principal compuesto psicoactivo del cannabis. Este estudio publicado en Neuropsychopharmacology abre vías para generar estrategias de prevención, así como diseñar fármacos y terapias que mejoren la vida de las personas con esquizofrenia.
Es la primera vez que se identifica esta relación molecular
En la investigación se han analizado los cerebros de ratones a los que se les empezó a administrar THC de forma crónica durantela “adolescencia”, en un periodo crítico para el desarrollo de su cerebro que en las personas corresponde con la etapa de la adolescencia.
En el estudio de la corteza cerebral de estos ratones, los investigadores han detectado alteraciones en el receptor de serotonina 2A, que es el principal responsable de que se produzcan las alucinaciones características de la psicosis y la esquizofrenia, así han encontrado que este receptor proalucinógeno ve incrementada su funcionalidad tras el tratamiento crónico con cannabis. Además, también ha descrito la vía por la cual se produce esta hiperfuncionalidad.
“La descripción de esta hiperactividad del receptor de serotonina 2A, detectada por primera vez a nivel molecular en el cerebro, es el primer paso para investigar en otros campos”, ha apuntado la doctora Urigüen, quién también ha asegurado que el objetivo final es "identificar la existencia de cambios moleculares similares en personas que consumen cannabis para poder relacionarlos con el riesgo de desarrollo de psicosis o esquizofrenia", además de generar nuevos fármacos que mejoren la sintomatología de los pacientes con estas patologías.