La Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), con motivo de la celebración este martes, día 29 de octubre, del Día Mundial del Ictus, recuerda que los accidentes cerebrovasculares también existen en la población infantil, aunque de forma menos frecuente que en los adultos, y con mucho riesgo de secuelas en el largo plazo. Es por ello por lo que ve imprescindible la realización de un diagnóstico y de un tratamiento de manera precoz, siendo fundamental en este sentido la implatación en toda España del Código Ictus Pediátrico.
“Aunque la frecuencia de los ictus en los niños es mucho menor que en adultos el riesgo de secuelas es muy alto. Los niños con esta enfermedad tiene una mortalidad de un 5-10%, y secuelas en un 60% que pueden ser motoras, sensitivas, alteraciones del lenguaje, cognitivas, o del comportamiento. El diagnostico y el tratamiento precoz pueden evitar, o al menos disminuir, estas secuelas” afirma la doctora María Vázquez López, neuropediatra, y una de las coordinadoras del Grupo de Trabajo de Ictus Pediátrico de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP).
Se estima que ocurren de 1,3 a 13 ictus isquémicos y hemorrágicos por cada 100.000 niños al año, siendo mayor en el periodo neonatal
Se estima que ocurren de 1,3 a 13 ictus isquémicos y hemorrágicos por cada 100.000 niños al año, siendo mayor en el periodo neonata. Ahora bien, actualmente, no existen datos exactos en España del número de ictus en menores, por lo que desde el Grupo de Trabajo de Ictus Pediátrico de la SENEP se ha iniciado un registro nacional para conocer la incidencia real y las características del ictus infantil en España.
CAUSAS Y SÍNTOMAS
La doctora Vázquez López mantiene que, mientras que en los adultos los principales factores de riesgo de los ictus son la HTA, el tabaquismo, la obesidad, o la vida sedentaria, en los menores las causas son distintas.
En el caso de los ictus isquémicos son más frecuentes en niños con enfermedades cardiacas, sobre todo en relación con la cirugía cardiaca o con cateterismos, así como con enfermedades de la sangre, como la drepanocitosis, o bien las enfermedades oncológicas. “En niños previamente sanos se suelen relacionar con infecciones o traumatismos”, apostilla la miembro de SENEP.
Mientras, subraya que los ictus hemorrágicos son más frecuentes en niños con malformaciones vasculares cerebrales, enfermedades de la sangre con riesgo de sangrado, consecuencia de tumores, o bien de traumatismos.
Sobre los principales síntomas de ictus en un menor “pueden presentar pérdida de fuerza, o bien alteración sensitiva en un lado del cuerpo, así como inestabilidad, pérdida de visión en una zona del campo visual, o bien disminución del nivel de conciencia. En niños pequeños son frecuentes las convulsiones de un lado del cuerpo. Ante estos síntomas se debe consultar de manera inmediata”.
El tratamiento del ictus en niños debe considerarse “una urgencia”, y por eso constata que el lema del ictus en adultos ‘tiempo es cerebro’ también debe aplicarse a los niños
Con todo ello, esta experta resalta que el tratamiento en niños debe considerarse “una urgencia”, y por eso constata que el lema del ictus en adultos ‘tiempo es cerebro’ también debe aplicarse a los niños. “Cada minuto que se retrasa el tratamiento supone una pérdida de más de un millón de neuronas, por lo que es imprescindible realizar un diagnóstico y un tratamiento rápidos. Se debe concienciar a la población de que el ictus infantil existe, que se conozcan los síntomas, y si los presentan consultar de manera urgente”, insiste la doctora Vázquez.
Es por eso por lo que hace hincapié esta coordinadora en la necesaria implantación del Código Ictus Pediátrico en toda España. A día de hoy, no todos las comunidades autónomas en España tienen implantado un código, estando presente en comunidades como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, o Navarra, entre otras. “Los neuropediatras de esas comunidades han instado a las autoridades sanitarias a la creación de Códigos ictus pediátricos”, informa esta neuropediatra.