Medicamentos tan comunes como el ibuprofeno o el paracetamol no suelen faltar en el botiquín de cualquier usuario o paciente. Sin embargo, a pesar de lo que se pueda pensar, algunos de estos fármacos sólo pueden dispensarse en las farmacias españolas con la correspondiente receta médica. Muchos usuarios acuden a la farmacia con la intención de comprar una caja de ibuprofeno de 600 miligramos, bajo recomendación médica, pero sin receta. “Es obligatoria, el problema es que hay una presión asistencial hacia la farmacia en la dispensación de medicamentos que no están financiados y requieren prescripción médica para su dispensación”, explica a ConSalud.es el vicepresidente primero de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), Vicente J. Baixauli.
Desde Sefac muestran su preocupación por la escasa utilización de la receta médica privada y la falta de respuesta de la Administración a determinadas situaciones en las que se necesita un fámraco y no se dispone de receta
Este especialista subraya que esta percepción del paciente se refuerza en la práctica “cuando se prescriben medicamentos sin entregársele la correspondiente receta con su copia correspondiente para él”. De este modo, existen algunas farmacias en las que se dispensan con receta y en otras no. “Lamentablemente el usuario acaba por ir a las farmacias en las que no se les pide”.
Desde Sefac destacan que la situación se agrava por varias situaciones endémicas en España como la no emisión de recetas en urgencias o de medicamentos que, aunque las requieren, no están financiados en las consultas de los centros de salud. También entra en juego el desconocimiento sobre el nuevo modelo de receta médica privada y su escasa utilización, la falta de respuesta de la Administración a situaciones habituales en las que no se dispone de receta y se requiere el medicamento o la actuación a nivel deontológico, entre otras situaciones.
El objetivo en todos los casos es un uso racional de los medicamentos, evitar los problemas relacionados con los medicamentos y sus consecuencias
La legislación es clara al respecto, pero no siempre se adapta a las situaciones reales de prescripción, dispensación y utilización de los medicamentos en España. Un motivo por el cual, dice Vicente J. Baixauli, “aparecen los problemas”. Los farmacéuticos reconocen que no hay una voluntad real de solucionar este tipo de situaciones.
La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria lucha contra ello y su vicepresidente pone de ejemplo el caso de los antibióticos y promueve su dispensación con receta médica en las boticas. “Hay varios medicamentos que podrían ser dispensados según Sefac sin receta pero con la indicación del farmacéutico, es decir, en ciertas formas farmacéuticas y en cierta indicaciones, como ya sucede en algunos países. Sería necesario que se reconociese como tal el servicio de indicación farmacéutica. En este sentido creo que es necesario dotar al farmacéutico de una mayor autonomía”.
El objetivo en todos los casos es un uso racional de los medicamentos, evitar los problemas relacionados con los medicamentos y sus consecuencias, legitimando la prescripción médica, evitando la automedicación irresponsable y respetando la legislación vigente.